30 Jun, 2022 | Complementos jardín, Plantas y Jardín
Una de las actividades favoritas del verano para muchas personas, es disfrutar de un refrescante baño en la piscina, y más cuando llegan las temidas olas de calor.
Quiénes tienen piscina propia pueden disfrutar de ese placer en cualquier momento del día, sin embargo, a fin de mantener la limpieza e higiene de nuestra piscina se requiere seguir algunos pasos básicos de mantenimiento de la misma.
En este artículo encontrarás información detallada que nos ayudará en el uso de productos, a qué cosas debemos estar atentos, cómo y cuando se ha de analizar el agua de la piscina y, en general, todo lo necesario para el correcto mantenimiento de nuestra piscina.
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CIRCULACIÓN DEL AGUA
El papel de la bomba de agua
El centro del sistema de circulación del agua de nuestra piscina es la bomba. Esta hace circular el agua y la envía hacia un filtro que elimina el polvo, la suciedad y otros residuos, antes de volverla a enviar a la piscina.

¿Cuánto tiempo debe estar en funcionamiento la bomba? El tamaño de la tubería, el tamaño de la piscina y el tamaño de la propia bomba juegan un papel importante a la hora de determinar cuánto tiempo debe estar en funcionamiento.
Lo ideal es que el proveedor a quien le compramos la bomba nos pueda indicar. Si por el motivo que sea esto no es posible, lo más recomendable es consultar con un profesional que determinará según la piscina y el material que tengamos, cuál debe ser el funcionamiento ideal de la bomba.
Una buena regla general es hacer funcionar la bomba cerca de 1 hora por cada 10º de temperatura.
Si la bomba no está en funcionamiento, el agua de la piscina no se filtrará, por lo que se ensuciará y será fuente de problemas seguros.
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EL SISTEMA DE FILTRACIÓN
El objetivo del sistema de filtración es eliminar la suciedad y los residuos disueltos en el agua de la piscina (algas, bacterias, etc…)
El filtro de la piscina es el mecanismo principal de limpieza y purificación del agua, y desempeña una tarea crucial para mantener el agua cristalina y apta para el baño. Podemos encontrar, por lo geneal, tres tipos de filtros:
Filtros de arena. Son de lejos los más populares y, al mismo tiempo, son también los que requieren un menor mantenimiento. La arena es un agente de filtrado natural utilizado por la naturaleza, y este principio se aplica a este sistema de filtración.

El agua se limpia pasando a través de un depósito de arena. La gran ventaja de este mecanismo de depuración es la durabilidad del filtro, que podría durar incluso diez años, aunque es aconsejable cambiar a los siete. Al permitir el contra-lavado, es también extremadamente fácil de limpiar.
Filtros de cartucho. Los filtros de cartucho basan la limpieza en cartuchos reemplazables, que duran aproximadamente un año y deben limpiarse cada semana. Su funcionamiento es similar a los filtros de diatomeas, salvo que la filtración se realiza sobre la base de materiales manufacturados. La gran ventaja es la facilidad de limpieza y su instalación.
Filtros de diatomeas. Por último, los filtros de diatomeas, los topes de gama. Las diatomeas son seres microscópicos fosilizados que actúan como agentes filtrantes, con una eficacia sin precedentes: trabajan como micro-esponjas, dejando pasar el agua y conteniendo suciedad que ni siquiera es visible para el ojo humano. Lamentablemente, esta eficacia tiene un coste, y el precio de los equipos es más elevado que las alternativas de filtración previas. También permiten el contra-lavado, con lo que su limpieza también es simple.
Un buen cuidado del filtro de la piscina permitirá que el tratamiento químico que apliquemos sea más eficaz. Con un filtro sucio, la calidad del agua empeora y aumenta el consumo de productos químicos. Además, se multiplican los gérmenes que luego se extienden por el agua. Para mantener el filtro limpio tenemos que realizar contralavados y limpiar y desinfectar la arena una vez al año antes del inicio de la temporada de baño.
También es importante desincrustar de cal el filtro (varias veces al año dependiendo de la dureza del agua).
Por otro lado, es recomendable que cada 5 años (en función del uso y las características del agua) se cambie el medio filtrante si es de arena silícea.
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EL ANÁLISIS DEL AGUA DE PISCINA

Analizar el agua de su piscina 2-3 veces a la semana en verano y una vez a la semana durante el invierno es importante para mantener el equilibrio adecuado en el agua, evitar las algas y asegurar el bienestar de los nadadores.
Las tiras reactivas son una manera rápìda de analizar los niveles de desinfectante, de pH y la alcalinidad total del agua. Los análisis también nos indican los niveles de calcio (la dureza) y nos permiten detectar la presencia de metales.
Equilibrio de pH
El primer paso para conseguir un agua limpia, clara y respetuosa con la piel consiste en regular el pH de la misma. El valor correcto debe situarse entre el 7,2 y el 7,6 para garantizar que el resto de medidas aplicadas funcionen de forma efectiva. Tabletas de cloro, electrólisis salina y oxigeno activo sirven para desinfectar el agua.
Si el pH del agua es demasiado elevado, los bañistas podrían sufrir irritación en la piel y los ojos, el efecto de los productos desinfectantes disminuirá, se formarán incrustaciones calcáreas y las aguas se enturbiarán. Por el contrario, si el valor del pH es demasiado bajo aumentará el riesgo de corrosión, habrá un deterioro del vaso, y también se producirá irritación de ojos y piel.
Desinfección del agua
El agua de nuestra piscina puede convertirse en el medio de vida ideal para una gran variedad de microorganismos. Lo importante es mantener el residual de cloro libre entre 0.5-1.0 ppm en el agua para que esté desinfectada y tenga poder desinfectante. De esta manera, evitaremos que el agua se enturbie y que aparezcan algas.
Para mantener un proceso continuado de desinfección durante toda la época de baño hay hay varios métodos: las tabletas de cloro, un aparato de electrólisis salina o con oxigeno activo.
En caso de encontrarnos con algún problema de turbiedad o algas, es recomendable realizar un tratamiento de choque con dicloro granulado y añadir floculante líquido, con el fin de recuperar el buen estado del agua. Tras aplicar los productos, es importante realizar un filtrado durante pocas horas, posiblemente cepillar las paredes y el suelo de la piscina, y esperar 12-24 horas a que todas las impurezas precipiten, y mediante el limpiafondos llevar todo el precipitado directamente al desagüe sin que pase por el filtro.
También es importante recordar que la adición de productos químicos debe realizarse siempre en ausencia de bañistas.
Consejo: aprovecharemos más los efectos de los productos químicos si se añaden al agua después de la puesta del sol.
Prevención de algas
Si no queremos que las algas campen a sus anchas en nuestra piscina, es recomendable aplicar un algicida de forma regular. Las algas son un elemento de cultivo ideal para hongos y bacterias. Además, la radiación solar y el calor propios del verano favorecen su aparición. La adición del algicida debe estar acompañada con la presencia de desinfectante, como el cloro o el bromo, en el agua para conseguir un efecto sinérgico de ambos productos y aumentar la eficacia del algicida.
Agua cristalina
En una piscina pueden aparecer turbiedades. Las causas son por problemas de pH altos, filtración pobre, contra-lavados de filtros inefectivos y formación de algas, se manifiesta en muchos casos por la presencia de partículas diminutas suspendidas en el agua. La adición de un floculante hace las partículas más grandes, de manera que el filtro las pueda retener, y así clarifica el agua, eliminando también los iones metálicos oxidados que el filtro por sí solo no es capaz de retener.
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En Centro de jardinería Sánchez disponemos de una sección dedicada en exclusiva al cuidado y mantenimiento de piscinas.
Aquí encontrarás todos los productos y herramientas necesarios para llevar a cabo cualquier mantenimiento y cuidado de tu piscina: cloro, filtros, bombas de agua, kits de análisis del agua, alguicidas, productos que modifican el ph del agua, limpiafondos y un largo etcétera.
Además de todos los productos necesarios aquí siempre encontrarás a un experto que te asesorará a la hora de escoger el mejor tratamiento, producto o herramienta para el cuidado de tu piscina.
Ven y disfruta de tu piscina este verano.
¡Te esperamos!
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Vive en tu jardín.
30 Jul, 2015 | Complementos jardín
Si estás cansado de tener los ojos y la piel irritada, o de estar comprando cloro cada dos por tres para tu piscina, la piscina de agua salada puede ser la solución, hoy vamos a ver algunas de las ventajas e inconvenientes de un sistema que cada vez emplean más piscinas privadas y públicas.

En los últimos años se ha producido un gran aumento de la utilización de cloradores salinos en la desinfección de piscinas debido a las grandes ventajas que presenta este tipo de cloración frente a los sistemas tradicionales.
Sin embargo, antes de decidirse a instalar este método de cloración en su piscina, es necesario conocer bien sus características porque no es correcta la idea que nos venden de que «sólo le echas sal a la piscina y te olvidas».
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¿Cómo funciona la cloración salina?
El método consiste en añadir sal (ClNa) a la piscina para conseguir una concentración de 3.000 ppm (el agua de mar tiene una concentración en torno a 38.000 ppm).
Una vez tenemos la sal disuelta en el agua, ésta se pasa por el circuito de depuración donde se ha instalado el clorador salino en serie, que genera una corriente eléctrica entre dos electrodos para producir la electrolísis del agua salada. En este proceso se obtiene sodio (Na) y cloro (Cl2) en forma de gas.

Si el pH está dentro del rango 7.1-7.3, este cloro en forma de gas se recombinará con el agua para formar ácido hipocloroso, que es el agente desinfectante para la piscina, exactamente el mismo producto que se obtiene añadiendo cloro líquido.
Este método entonces consiste en la producción de cloro «in situ», con la ventaja añadida de eliminar los aditivos no deseados (ácido cianúrico) que contiene el cloro sólido.
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El mantenimiento en una piscina de agua salada
Contrariamente a la idea generalizada de que estas piscinas no necesitan apenas mantenimiento, sí que hay que seguir realizando una serie de tareas similares a las piscinas con cloración tradicional mas otras tareas específicas de este tipo de cloración.
Vamos a intentar dar un repaso a los trabajos que se deben realizar en el mantenimiento de una piscina con clorador salino:
- En primer lugar, es necesario seguir realizando la medición de los parámetros relacionados con el equilibrio del agua (pH, dureza y alcalinidad) añadiendo los productos necesarios para su ajuste (bicarbonato sódico, agua fuerte, carbonato sódico y cloruro cálcico), para conseguir la formación del agente bactericida.

- También es necesario medir el cloro libre y cloro combinado para garantizar que los niveles de cloro están dentro del rango deseado.
- Se deben seguir realizando supercloraciones periódicas, que deberán hacerse con cloro líquido ya que el clorador salino no permite una producción masiva de cloro que produzca el efecto de choque que se desea en una supercloración.
- Por otra parte, hay que tener en cuenta que la degradación del cloro por efecto de los rayos UV se va a seguir produciendo, igual que en una piscina de cloración tradicional. En una piscina muy soleada, tendremos dos opciones para mantener los niveles de cloro en los márgenes aceptables:
- Aumentar el tiempo de funcionamiento del clorador salino, es decir, producir más cloro para contrarrestar la destrucción de cloro por los rayos UV, con el consiguiente aumento del gasto de electricidad y desgaste de la célula electrolítica.
- Proteger al cloro de esta degradación mediante la adición de estabilizante del cloro (ácido cianúrico), es decir, añadir cloro en pastillas. Esta opción, aunque es buena, debería ser la última a tomar ya que el objetivo principal de tener un clorador salino sería la eliminación de los aditivos adicionales que llevan los productos para piscinas.
Además de estas tareas de mantenimiento comunes a las piscinas de cloración tradicional, se realizarán otros trabajos específicos de la cloración salina que son los siguientes:
- Control y ajuste periódico de la concentración de sal, que debe mantenerse entre 3 y 4 ppm (dependiendo de las recomendaciones del fabricante). La pérdida de sal en la piscina se produce por las reposiciones de agua que se hacen normalmente para contrarrestar la evaporación, el agua que sacan los bañistas, etc.
- Vigilancia y limpieza periódica de la célula electrolítica de depósitos cálcáreos y suciedad, ya que un electrodo sucio disminuye drásticamente la producción de cloro. Además, si ésta no se mantiene correctamente se deteriora muy rápidamente y hay que cambiarla.
- Especial cuidado en el control y ajuste del pH. En el caso de la cloración salina, el control del pH es mucho más crítico ya que si es demasiado alto se producirán más deposiciones calcáreas en los electrodos de la célula electrolítica con lo que disminuirá la producción de cloro y aumentará las necesidades de limpieza de los electrodos. Por estas razones, se recomienda siempre la instalación de un controlador automático de pH y un clorador salino con electrodos autolimpiables.
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Factores a tener en cuenta antes de instalar un clorador salino
Un factor esencial que puede determinar el éxito o el fracaso en un sistema de cloración es el dimensionado de la instalación. Los equipos cloradores son caros. Están fabricados con materiales como el titanio y el óxido de platino, y contienen un miniordenador, así que no pueden ser mucho más económicos.
Si cometemos el error de montar un modelo de menor capacidad, intentando ahorrar en el gasto inicial, probablemente debemos consumir mayor cantidad de electricidad, desgastemos antes la célula cloradora, incluso es posible que debamos añadir productos químicos en los días más soleados y calurosos, porque producimos menos cloro del que se destruye a causa del sol.
Otro consejo es que nunca montes un sistema de cloración sin regulación automática de PH, o deberás medir el agua diariamente y agregar productos muy corrosivos a mano. Aquí se cumpliría plenamente el dicho de que lo barato sale caro.
Según todo lo comentado hasta ahora, podemos ver que el clorador salino es una buena opción para la piscina, pero que habrá que estudiar con detenimiento antes de decidirse por ella.
Las conclusiones que sacamos según nuestra experiencia son las siguientes:
- La cloración salina y la cloración mediante cloro líquido son equivalentes en cuanto a la química del agua ya que en principio, no hay aportación de sustancias adicionales como el ácido cianúrico para la estabilización del cloro. En este sentido, creemos que los sistemas de cloración son menos dañinos para la salud que la adición de pastillas.
- La ventaja principal de la cloración salina frente al cloro líquido es la eliminación de la compra y transporte de las garrafas de hipoclorito, que no es poco.
- Evitamos la irritación en los ojos debido al cloro y el desagradable olor a cloro, lo que hace que la experiencia de sumergirse y nadar en el agua de nuestra piscina sea más placentera.
Económicamente habrá que tener en cuenta varios aspectos para averiguar si va a ser rentable o no la inversión. Los costes a considerar van a ser:
- Coste de la instalación del clorador salino junto con un controlador automático del pH si se estima conveniente.
- Coste de limpiezas y cambios periódicos de célula electrolítica (suelen durar un máximo de tres años).
- Consumo eléctrico del clorador a partir de la estimación de las horas de funcionamiento previstas.
- Coste de la sal.
- Si la piscina es muy soleada, habría que añadir el coste del estabilizador de cloro (ácido cianúrico) para contrarrestar el efecto de los rayos UV.
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Que te asesore un verdadero experto
Hemos visto que una piscina que disponga de un sistema de cloración salina ofrece diversas ventajas y beneficios que hacen que la inversión, aunque inicialmente algo costosa, nos recompense en forma de comodidad y ahorro a medio y largo plazo.
Por otro lado también hemos visto la importancia de tomar buenas decisiones desde un principio y escoger un modelo de clorador salino adecuado a nuestras necesidades y no uno por debajo o demasiado por encima.
Si quieres acertar desde el principio y no encontrarte con desagradables sorpresas, no te la juegues dejando que alguien con poca o ninguna cualificación y experiencia instale un sistema de cloración salina en tu piscina. Busca un buen profesional y asegúrate el éxito desde el comienzo.
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En Centro de Jardinería Sánchez encontrarás auténticos profesionales en instalación de equipos de cloración salina para piscinas y disponemos de todo el material y accesorios que necesitas para el mantenimiento del agua de piscinas bajo un sistema de cloración salina:
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