¿Te gustan las plantas crasas? ¿No tienes mucha experiencia o tiempo para el cuidado de plantas? ¿Buscas plantas de muy bajo mantenimiento? Si es así, sin duda alguna te recomendamos a los Kalanchoe.

Existen muchas especies de kalanchoes, todas ellas caracterizadas por su resistencia. La especie más conocida y popular es el Kalanchoe blossfediana.

El kalanchoe es una de las plantas crasas más cultivadas en los hogares debido a su rusticidad y simplicidad a la hora de cuidarla.

Principalmente, se utiliza como planta de interior gracias a su valor ornamental y a su sensibilidad al frío del exterior. Pero, si los inviernos de una zona son suaves o, si se protege del frío, podría cultivarse como planta de exterior sin problema.

Pequeñitos pero muy ornamentales, los kalanchoes (Kalanchoe blossfeldiana) ofrecen sus copiosos corimbos de flores rojas, rosadas, magentas, anaranjadas, amarillas, crema, blancas… entre verdes y brillantes hojas turgentes. Suficiente para poner color en cualquier rincón de la casa donde les llegue buena luz, pero sin sol directo.

Puedes usarlos en solitario, pero las colecciones resultan sumamente decorativas. Son plantas muy asequibles y, por tanto, puedes reponerlas con facilidad.

Floración del Kalanchoe

Los kalanchoes florecen a finales de invierno-principios de primavera pero, seguramente, habrás observado que en las floristerías y centros de jardinería siempre hay kalanchoes en flor.

¿A qué se debe? Los viveristas alteran las horas de luz del cultivo del kalanchoe emulando a la primavera e induciendo así su floración.

Las flores del Kalanchoe blossfediana son pequeñas pero muy decorativas y pueden durar varias semanas e, incluso, meses en las óptimas condiciones.

Forman racimos y cada una de ellas está compuesta por 4 pétalos que pueden ser de distintas tonalidades: rosa, rojo, amarillo, blanco y naranja. Esta amplia gama de colores la ha convertido en una planta de flor muy popular.

Cuidados del kalanchoe

Luz y temperatura

Como hemos comentado, el Kalanchoe puede permanecer tanto en interiores como en exteriores, siempre y cuando, el clima sea cálido ya que no resiste mucho el frío.

Puede tolerar como mínimo los 10ºC pero, por debajo de esa temperatura, sufre mucho. Las condiciones en la que se desarrolla a la perfección es 16-21ºC.

Si vives en una zona mediterránea seca y sin riesgos de heladas, puedes plantar el kalanchoe en el exterior, al abrigo del sol.

Requiere lugares luminosos, incluso, con sol directo. Si el sol incide directamente sobre un kalanchoe cultivado en vivero, obervarás que las hojas se oscurecen adquiriendo tonos cobrizos.

Si tu planta de Kalanchoe comienza a perder paulatinamente su floración, puede ser un indicativo de que no esté recibiendo suficiente luz. En este caso, prueba a cambiarlo a otra ubicación con una mayor luminosidad.

Riego

Al tratarse de una planta crasa con sus propias reservas de agua en las hojas, no requiere de tanto riego, aunque algo más que el resto de especies.

Antes de regar, comprueba que el sustrato esté parcialmente seco ya que un exceso podría desembocar en un pudrimiento y posterior muerte.

¿Qué hacer si tu kalanchoe sufre de pudrición? Sin duda, la mejor solución es una buena prevención, pero si te has excedido con los riegos o le ha caído una buena tromba de agua en el exterior, te aconsejamos que tengas en cuenta lo siguiente:

Antes de que el pudrimiento afecte a toda la planta, retira cualquier hoja o flor marchita para ayudar a que la planta reserve su energía para los brotes futuros. A continuación, corta el tallo por la parte superior desde donde comienza la pudrición y conseguirás esquejes sanos para conseguir nuevas plantas de Kalanchoe.

Si estás buscando una planta asequible, que requiere muy pocos cuidados y que sea altamente decorativa, el Kalanchoe es una excelente elección.

En Centro de Jardinería Sánchez encontrarás kalanchoes prácticamente durante todo el año.

¡Te esperamos!