Felices Fiestas

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El equipo de Centro de Jardineria Sánchez os desea una

Feliz Navidad y próspero año nuevo.

 

Cítricos: cuidados y variedades

Cítricos: cuidados y variedades

Los cítricos son un grupo de frutas muy apreciadas por su sabor, su aroma y sus propiedades nutricionales. Son ricos en vitamina C, antioxidantes, fibra y otros compuestos beneficiosos para la salud. Además, son muy versátiles y se pueden consumir de diversas formas: en zumos, ensaladas, postres, mermeladas, etc.

Pero, ¿sabes cómo cuidar y elegir los mejores cítricos? En este artículo te damos algunos consejos para que disfrutes de estas deliciosas frutas todo el año.

Variedades de cítricos

Los cítricos son frutas que pertenecen a la familia de las rutáceas, que incluye unas 1600 especies de plantas. Dentro de los cítricos, se pueden distinguir cuatro géneros principales: Citrus, Fortunella, Poncirus y Microcitrus. Estos géneros agrupan a unas 60 especies de frutas, entre las que destacan:

– Limón: existen variedades como el limón fino o eureka (de forma ovalada y color amarillo intenso), el limón verna o lunero (de forma redonda y color amarillo pálido), el limón meyer (de forma redonda y color amarillo anaranjado) y el limón persa (de forma redonda y color verde claro).
– Lima: existen variedades como la lima mexicana o key (de forma redonda y color verde oscuro), la lima tahití o persa (de forma ovalada y color verde claro), la lima kaffir (de forma irregular y color verde oscuro) y la lima dedo (de forma alargada y color verde claro).
– Naranja: existen variedades como la naranja navel o ombligo (de forma esférica y color naranja intenso), la naranja valencia o zumo (de forma ovalada y color naranja pálido), la naranja sanguina o roja (de forma esférica y color rojizo) y la naranja amarga o sevillana (de forma esférica y color naranja oscuro).
– Mandarina: existen variedades como la mandarina clementina (de forma ovalada y color naranja intenso), la mandarina satsuma (de forma esférica y color naranja pálido), la mandarina tangelo (de forma ovalada y color naranja rojizo) y la mandarina murciana (de forma esférica y color naranja oscuro).
Pomelo: existen variedades como el pomelo blanco o marsh (de forma redonda y color amarillo pálido), el pomelo rosado o ruby red (de forma redonda y color rosado), el pomelo rojo o star ruby (de forma redonda y color rojo intenso) y el pomelo oro blanco o oro blanco (de forma redonda y color amarillo claro).
– El kumquat (Fortunella spp.): es una fruta de forma ovalada y color naranja, con una pulpa ácida y una cáscara comestible. Se consume en fresco o en conserva, y también se utiliza para hacer licores y vinagres.

Kumquat

Cuidados de los cítricos

Los cítricos son plantas que requieren unas condiciones específicas para su cultivo. Algunos aspectos que hay que tener en cuenta son:

– El clima: los cítricos son plantas que necesitan un clima templado o subtropical, con temperaturas entre 15 y 30 ºC. No toleran las heladas ni el exceso de calor o humedad.
– El suelo: los cítricos prefieren un suelo bien drenado, fértil y ligeramente ácido. No les gusta el encharcamiento ni la caliza.
– El riego: los cítricos necesitan un riego regular pero moderado, evitando el secado o el anegamiento del suelo. Se recomienda regar por goteo o por aspersión, y reducir el riego en invierno.
– La poda: los cítricos se podan para eliminar las ramas secas, enfermas o dañadas, y para dar forma y airear la copa. Se debe podar en primavera u otoño, evitando los meses de floración y fructificación.
– El abono: los cítricos requieren un abono equilibrado, rico en nitrógeno, fósforo y potasio, y también en micronutrientes como hierro, magnesio y zinc. Se debe abonar en primavera y verano, evitando el invierno.
– Las plagas y enfermedades: los cítricos son susceptibles de sufrir el ataque de diversos insectos, hongos, bacterias y virus, que pueden afectar a sus hojas, flores, frutos y raíces. Algunos de los más comunes son: la cochinilla, el pulgón, la mosca blanca, el ácaro rojo, el minador de los cítricos, la araña roja, el trips, el psílido asiático de los cítricos, el nematodo de los cítricos, la gomosis, el aguado, la tristeza de los cítricos, el virus de la mancha anular de los cítricos, el virus de la exocortis de los cítricos y el virus del enanismo amarillo de los cítricos. Para prevenir y combatir estas plagas y enfermedades se deben aplicar medidas preventivas como: elegir variedades resistentes o tolerantes, mantener una buena higiene del cultivo, controlar el riego y el abono, eliminar las partes afectadas y utilizar productos fitosanitarios adecuados.

Beneficios de cultivar cítricos

Los cítricos son un grupo de plantas que incluyen frutas que tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud, como la vitamina C, los antioxidantes y los flavonoides. Además, cultivar cítricos en el jardín puede aportar otros beneficios, como:

– Embellecer el espacio con sus flores blancas y aromáticas y sus frutos de colores vivos.
– Atraer a las abejas y otros polinizadores que ayudan a la biodiversidad y al equilibrio ecológico.
– Ahorrar dinero al tener una fuente propia de frutas frescas y ecológicas.
– Disfrutar de una actividad relajante y gratificante que mejora el ánimo y reduce el estrés.

Por estas razones, cultivar cítricos en el jardín puede ser una buena opción para quienes quieran aprovechar al máximo su espacio verde y cuidar su salud.

Descubre la belleza de la Nandina domestica

Descubre la belleza de la Nandina domestica

La nandina (Nandina domestica) es una planta arbustiva originaria de China y Japón, que se ha popularizado en muchos jardines por su belleza y resistencia.

También se le conoce como bambú sagrado, aunque no tiene nada que ver con los verdaderos bambúes, sino que pertenece a la familia de las berberidáceas.

La nandina se caracteriza por sus hojas perennes, compuestas y de color verde, que cambian a tonos rojos o rosados en primavera y otoño, creando un espectáculo cromático.

Sus flores son blancas y se agrupan en grandes panojas que aparecen en verano. Sus frutos son bayas rojas que persisten durante el invierno, aportando un toque de color al jardín.

Cómo cuidar la nandina

La nandina es una planta muy fácil de cuidar, que se adapta a diferentes condiciones climáticas y de suelo. Estos son algunos consejos para mantenerla sana y bonita:

– Ubicación: la nandina puede vivir tanto a pleno sol como en semisombra, pero hay que tener en cuenta que en climas muy cálidos es mejor protegerla de las horas de más calor, ya que puede sufrir si la temperatura supera los 35 ºC. En climas fríos, resiste hasta -7 ºC sin problemas, pero si baja más puede perder algunas hojas cerca de la base.
– Riego: la nandina necesita un suelo o sustrato fresco y bien drenado, que no se seque del todo ni se encharque. Se recomienda regar cada 3 días en verano y cada 10 días en invierno, ajustando la frecuencia según las condiciones ambientales.
– Suelo y abonado: la nandina se adapta a una amplia gama de suelos, pero prefiere los ricos, humíferos y con un pH neutro o ligeramente ácido. Se puede abonar con un fertilizante orgánico o mineral cada dos meses durante la primavera y el verano, para estimular su crecimiento y floración.
– Multiplicación: la nandina se puede multiplicar por semillas o por esquejes. Las semillas se siembran en otoño o invierno, en un sustrato ligero y húmedo, y germinan al cabo de unos meses. Los esquejes se cortan en primavera o verano, de unos 15 cm de largo, y se plantan en un sustrato arenoso y húmedo, cubriendo la base con un plástico para mantener la humedad.

Beneficios de la nandina

La nandina es una planta ornamental que ofrece muchos beneficios para el jardín y el hogar. Algunos de ellos son:

– Aporta color y contraste durante todo el año, gracias a sus hojas cambiantes y sus frutos rojos.
– Atrae a las aves y a los insectos beneficiosos, como las abejas y las mariposas, que polinizan las flores y ayudan al equilibrio ecológico.
– Es una planta resistente y fácil de cuidar, que no necesita podas ni tratamientos fitosanitarios.
– Es una planta versátil, que se puede cultivar tanto en macetas como en el suelo, formando setos, borduras o grupos aislados.
– Es una planta con propiedades medicinales, ya que se le atribuyen efectos antipiréticos, antiinflamatorios y antiespasmódicos.

La nandina es, sin duda, una planta ideal para tener en el jardín o en la terraza, por su belleza y su resistencia. Si quieres disfrutar de esta planta arbustiva tan especial, no dudes en seguir estos consejos para cuidarla correctamente.