Acebos, leucothoes y skimmias: notas de color rojo en el jardín
A medida que avanza noviembre y la Naturaleza entra gradualmente en reposo, las notas rojas de las bayas de los acebos, los botones florales de las skimmias y el follaje de los leucothoes anticipan la cercana Navidad.
Pero además actúan como foco de interés en los espacios al aire libre en vibrante contraste con las ramas desnudas de las caducifolias y los verdes de las perennes.
Con una escala cromática que va del rosa al rojo más brillante y el púrpura, estas plantas rústicas son capaces de animar el jardín y la terraza en los días a menudo grises y fríos del final del otoño y el inicio del invierno.
Incluso entre los copos de nieve. Acebos, skimmias y leucothoes forman la colección Red Garden Plants, protagonista de noviembre del Flower Council of Holland.
Cómo sacarles el mayor partido
Como ejemplares únicos, estos arbustos son capaces de ejercer un gran protagonismo.
Sin embargo, cuando se combinan en grupos jugando con las alturas y texturas es como se consigue de ellos un mayor lucimiento.
Para darles un aire más contemporáneo y sostenible se pueden colocar en contenedores de aspecto industrial —bidones, barriles, contenedores de zinc— de color negro, blanco, gris, marrón, azul mate, que contrapesen su poderoso juego de verdes y rojos.
Los cuidados imprescindibles
• Posición: Los acebos han de situarse en sombra parcial en un lugar muy luminoso, o a pleno sol, sobre todo los variegados.
Las skimmias necesitan sombra y los leucothoes, sombra parcial con un par de horas de sol para conservar el color del follaje.
• Sustrato: Las tres prefieren los sustratos húmedos (no encharcados), medianamente ricos, levemente ácidos, y sobre todo con buen drenaje.
Los leucothoes precisan un suelo moderadamente ácido, ya que pertenecen a la familia de las Ericáceas.
• Riego: Deben recibir agua de forma regular; más abundante los leucothoes.
No llevan bien la sequía ni tampoco los suelos empapados.
• Poda: No necesitan. Además, podría tener consecuencias en la formación de flores y bayas.
En el caso de los leucothoes, de hacerse, debería ser tras la floración, en junio.
Los acebos
El acebo más conocido es el Ilex aquifolium, cuyas ramas llenas de bayas rojas entre el follaje brillante y espinoso son tradicionalmente un símbolo de la Navidad.
Este arbolito que en el suelo del jardín puede alcanzar fácilmente entre tres y seis metros de altura es nativo de Europa occidental y meridional.
En la mitad norte de la Península suelen encontrarse ejemplares silvestres en la umbría de los hayedos, robledales, pinares e incluso encinares, donde sus bayas desempeñan una función de alto valor biológico.
Es una especie protegida, de ahí la importancia de adquirir acebos procedentes de viveros.
El Flower Council incluye también en su colección de plantas rojas el Ilex x meserveae, un híbrido procedente de Estados Unidos, donde recibe el nombre blue holly, acebo azul.
Es más pequeño y de desarrollo arbustivo, ideal para tiestos por su porte abierto.
Uno de los cultivares más populares es ‘Blue Princess’, que produce una abundante floración en primavera seguida de copiosas bayas en otoño.
En las fotos aparecen también las largas ramas desnudas y cargadas de bayas del Ilex verticillata, un acebo arbustivo caducifolio que alcanza su mayor lucimiento cuando pierde las hojas.
Los acebos son dioicos, por lo tanto las bayas solo se dan en los pies femeninos. En los viveros encontrarás numerosos cultivares machos y hembras con sus propias cualidades ornamentales.
En general son plantas de lento crecimiento. Llevan mal los trasplantes.
Los leucothoes
Existen numerosas especies y cultivares de Leucothoe, todos con una característica común: cuando empieza a hacer frío, su brillante follaje cambia del verde al amarillo, rosa, rojo o púrpura y permanecen así hasta que vuelven los días cálidos en primavera.
De mayo a julio, estos arbustos producen flores blancas olorosas en delicados racimos colgantes.
Existen atractivas variedades como ‘Zeblid’ o ‘Scarletta’, que desarrolla entre uno y 1,5 metros de altura y 1,50-2,50 metros de diámetro; los compactos ‘Little Flames’, de brotes nuevos escarlatas, y ‘Carinella’, cuyas lustrosas hojas se tiñen de color burdeos, ambos de apenas medio metro de altura y 30 centímetros de diámetro, y ‘Royal Ruby’, de tallos rojos y hojas de un tono entre teja y marrón.
También hay cultivares de hojas rizadas, como ‘Curly Red’ y ‘Twisting Red’. Los leucothoes son plantas de lento crecimiento.
Las skimmias
Entre el follaje coriáceo verde oscuro de las skimmias (Skimmia japonica) surgen en noviembre diminutos botones florales de color púpura, rojo, rosado o dorado.
Parecen pequeñísimas bayas pero son simplemente flores que se abrirán en forma de diminutas estrellas blancas al llegar la primavera.
La silueta redondeada y compacta de las matas convierte a las skimmias en plantas ideales para tiestos.
Entre los cultivares más espectaculares que encontrarás en los centros de jardinería figuran ‘Rubella’, que emite multitud de densos ramilletes de botones rojos entre hojas que adquieren tonos rojizos en invierno, ‘Rubinetta’, ‘Rubesta’, ‘Red Dwarf’ y ‘Magic Marlot’, de follaje variegado.
También encontrarás skimmias que producen llamativas bayas rojas (‘Pabella’) o blancas (‘Alba’), que persisten en las plantas todo el invierno.