Todavía con sus suaves temperaturas, junio permite realizar muchas actividades al aire libre: en el jardín o la terraza. Las plantas están radiantes, pero hay que protegerlas de la competencia de malas hierbas, enfermedades y plagas.
Como bien dice el dicho “más vale prevenir que curar”, debes vigilar la irrupción de las plagas que son las tareas más importantes que las plantas ornamentales y el huerto requieren éste mes.
Controlar las plagas y enfermedades
Es una batalla que hay que librar sin desmayo. Existen múltiples recursos para combatir con las plagas, desde remedios caseros hasta fitosanitarios, ecológicos y control biológico de las plagas. Las plantas con mayor peligro de coger plagas, enfermedades y algún tipo de accidentes son las que están situadas en los balcones y terrazas.
Algunos de los problemas que pueden afectar a las plantas son: la mosca blanca, la cochinilla, la botritis o el oidio. Entre finales de mayo y principios de junio, es la mejor época para el tratamiento contra la cochinilla, el cual, si se realiza en esta época, hace que prácticamente termines con ella para todo el año.
Aunque realices los tratamientos preventivos, mantén la vigilancia. Apenas veas que han hecho acto de presencia toma medidas inmediatamente. En tu centro de jardinería te aconsejarán.
Eliminar las malas hierbas
Las malas hierbas compiten con las plantas del jardín y del huerto por el agua, la luz y los nutrientes. Elimínelas antes de que germinen. Quitarlas les garantiza un jardín más sano y limpio.
Vigilar el riego
El calor empieza a apretar en algunas zonas de España y las plantas necesitarán mucha más agua. No te descuides con el riego, sobre todo sino llueve, hace viento o mucha calor. Recuerda que las plantas que viven en tiestos están más expuestas a las consecuencias de la falta de agua.
Evita mojar las hojas y las flores, y dirige el chorro al sustrato (y no al cuello de las plantas). El riego automático te quitará trabajo y ahorrarás tu tiempo y dinero: utiliza aspersores bien solapados para el césped, y goteo para los parterres, macizos, setos y huerto, así como en las jardineras y tiestos de la terraza.
Abonar
Para que las especies de flor florezcan en cantidad, hay que darles abono rico en fósforo y potasio. El césped y las plantas verdes de interior, agradecerán un fertilizante específico que las fortifique y mantenga su color.
Plantas vivaces, como los geranios, debes abonarlas con abono líquido entre 20 y 30 días como máximo.
Árboles, arbustos y trepadoras
Recortar setos y topiarios: Los setos y figuras topiarias para que ganen densidad y no pierdan forma, deben repasarse ahora que están brotando las hojas nuevas. Es el caso del boj, aligustre, arizónica, tuya, tejo, incluyendo también los arbustos que ya han florecido.
Los que están en plena floración o vayan a dar bayas en otoño hay que podarlos sólo lo necesario, sin pasarse (por ejemplo: las piracantas). Sólo si fuera necesario (no es imprescindible ni necesario), poda las glicinias, lilos, forsitias, camelias, membrilleros del japón, espíreas, es decir, los arbustos y trepadoras que hayan florecido al comienzo de la primavera.
Guiar y sujetar las trepadoras: Las guías, soportes y sujeciones de las trepadoras deben ser revisados ahora que están en plena floración o emitiendo tallos y hojas. Las trepadoras de tallos volubles o vigoroso crecimiento (bignonias, clemátides y glicinias), que están en plena floración o emitiendo tallos y hojas, deben ser guiadas y sujetadas a su soporte.
Las sujeciones antiguas deben ser revisadas. Así evitarás que se enmarañen o las venza el peso. Si se desarrollan demasiado, a lo mejor tienes que recortarlas, en ese caso infórmate porque según la especie es conveniente hacerlo de una manera o de otra.
Rosales sanos y floridos: Los rosales están en plena floración, pero no libres de enemigos: los omnipresentes pulgones, la falsa oruga del rosal, el oídio y la roya están al acecho. Revisarlos periódicamente y actúa ante el menor síntoma. Elimina las flores marchitas para estimular la floración, así como los chupones y las hojas secas o dañadas. No descuides el riego, sobre todo si los cultivas en maceta.
Bulbos de primavera
Ya hay que desenterrar los bulbos que dieron flor en primavera (tulipanes, narcisos, jacintos, crocus…). Espere a que las hojas se hayan sacado y sácales con cuidado de no lastimarlos. Limpiarlos bien y guárdalos en un sitio fresco, oscuro y seco, hasta el próximo octubre.
Las callas también terminan su ciclo, si las tienes en tiestos y a pleno sol es necesario pasarlas a la sombra o semisombra. Las callas que están a pleno sol en lugares de mucho calor, empezarán a ponerse amarillas y a estar muy feas, no preocuparos, nada más pasen las altas temperaturas volverán a crecer y ponerse verdes.
Césped
Sigue regando y dependiendo de las temperaturas, ves añadiendo más tiempo y frecuencia al riego, a finales de mes, el riego ya tiene que ser diario. El corte del césped debe ser entre cada 7 y 10 días como máximo, recuerda que en zonas de altas temperaturas no hay que cortarlo muy bajito, ya que se nos puede quemar.
Para contrarrestar el efecto del calor, el pisoteo continuo y la aparición de malas hierbas, siega la hierba una vez por semana o cada 10 días. Existen mezclas de semillas y variedades de cespitosas más adaptadas al clima de la maceta o la costa mediterránea y que, por tanto, demandan mucho menos trabajo.
Huerto
Los tomates, pepinos, calabacín, etc. tienen que tener puesto sus tutores para su emparramiento. Están finalizando o acaban de finalizar todas las cosechas de invierno, quita y limpia el suelo, airearlo y déjalo para preparar las próximas cosechas.
Empieza la época de colocación de las bolsas para las uvas tempranas. Fresas, pepinos y lechugas de ciclo primaveral están en su momento más apetitoso. Si sembraste zanahorias y remolachas en marzo, o calabacines y rabanitos en abril, ya puedes cosecharlos también.
Recoge las judías verdes antes de que granen. Para que la cosecha de los frutales sea de mayor calidad y más abundante conviene que descargues ahora las ramas de los ciruelos, melocotones, albaricoques, manzanos, perales… eliminando selectivamente los frutos más pequeños y deformes.
Además, le evitarás al árbol el riesgo de que se le parta una rama por exceso de peso.
Plantas de interior
Los peques están llegando, al fín terminan el colegio y es hora de irnos a las segundas residencias para disfrutar del verano. Recuerda que es muy importante dejar las plantas en las jardineras de autorriego o con algún sistema de riego.
También es conveniente dejarlas cerca de las ventanas con luz, patios y demás sitios bien cuidados. Conforme las hemos dejado, hemos de pasarnos cada cierto tiempo para regar las plantas, controlar las plagas y ver que van correctamente.
La falta de humedad provoca desecamiento o puntas quemadas en las hojas de las plantas de interior, especialmente en aglaonemas, begonias rex, calateas, drácenas, alocasias, en general las palmeras de origen tropical en su inmensa mayoría.
Con la ayuda de un humidificador o de pulverizaciones frecuentes con agua descalcificada o destilada podrás proporcionarles bienestar; no mojes las flores ni las hojas si son pubescentes. Si las agrupas, contribuirás a que se genere un micro-clima más húmedo.