6 Jun, 2020 | Agenda del jardín
Con sus calores todavía suaves, junio permite hacer mucha vida al aire libre en el jardín o la terraza. Las plantas están radiantes, pero hay que protegerlas de la competencia de plagas y malas hierbas.
Tareas generales del mes
Prestar atención al binomio temperatura-lluvias y vigilar la irrupción de las plagas son las tareas más importantes que las plantas ornamentales y del huerto demandan este mes.
Controlar las plagas y enfermedades. Mantén la vigilancia aunque hayas realizado tratamientos preventivos. Apenas veas que han hecho acto de presencia toma medidas inmediatamente. En nuestro centro de jardinería te aconsejaremos. Existen múltiples recursos para combatirlos, desde remedios caseros a fitosanitarios ecológicos y control biológico de plagas.
Eliminar las malas hierbas. Compiten con las plantas del jardín y el huerto por el agua, la luz y los nutrientes. Elimínalas antes de que semillen. Erradicarlas garantiza un jardín más sano y aseado.
Vigilar el riego. El calor empieza a apretar en algunas zonas de España y las plantas necesitan mucha más agua. No te descuides con el riego, sobre todo si no llueve, hace viento o mucho calor. Recuerda que las plantas que viven en tiestos están más expuestas a las consecuencias de la falta de agua.
Evita mojar las hojas y las flores y dirige el chorro al sustrato (y no al cuello de las plantas). El riego automático te quitará trabajo y ahorrarás tiempo y dinero: utiliza aspersores bien solapados para el césped, y goteo para los parterres, macizos, setos y huerto, así como en las jardineras y tiestos de la terraza.
Abonar. Plantas de flor, plantas verdes de interior, hortícolas y césped deben recibir su ración de nutrientes.
Acolchar el suelo. Una capa de cortezas, bolitas de arcilla o piedra volcánica ayudará a mantener la humedad del suelo y contribuirá al control de las malas hierbas.
Árboles, arbustos y trepadoras
Recortar setos y topiarios
Los setos y figuras topiarias deben repasarse ahora que están brotando hojas nuevas, para que ganen densidad y no pierdan forma. Es el caso del boj, aligustre, arizónica, tuya, tejo, pero también de los que ya han dado flor.
Toca lo necesario los que estén en plena floración o vayan a dar bayas en otoño (las piracantas, por ejemplo).
Podar los arbustos que ya hayan dado flor
Solo si fuera necesario (no es imprescindible ni obligatorio), poda las glicinias, lilos, forsitias, camelias, membrilleros del Japón, espíreas, es decir, los arbustos y trepadoras que han florecido al comienzo de la primavera.
Guiar y sujetar las trepadoras
Las trepadoras de tallos volubles o vigoroso crecimiento (glicinias, bignonias, clemátides), que están en plena floración o emitiendo tallos y hojas, deben ser guiadas y sujetadas a su soporte. Las sujeciones antiguas deben ser revisadas. Así evitarás que se enmarañen o las venza el peso.
Si se desarrollan demasiado a lo mejor tienes que recortarlas, en ese caso asesórate sobre cómo conviene hacerlo según la especie.
Plantas de flor
Todo el colorido de las vivaces y anuales
Para llenar el jardín y los tiestos de la terraza de color, nada mejor que las vivaces y plantas de temporada: geranios y gitanillas,petunias, alegrías guineanas (Impatiens hawkeri), gazanias,calibrachoas, coreopsis, messem, begonias de flor y muchas clases de margaritas están en su apogeo.
Solo tienes que pasarte por nuestro centro de jardinería y escoger.
Prepara los parterres y tiestos: retira los bulbos de primavera, mulle bien la tierra, elimina las malas hierbas y mézclala con abono orgánico.
Para que la producción floral de tus vivaces y anuales sea abundante y se prolongue mucho tiempo dales abono especial para plantas de flor, pinza las flores marchitas y secas.
Riégalas periódicamente. Intenta no mojar las flores, especialmente las que son muy densas, como los geranios y claveles. Evita los encharcamientos.
Plantas de interior
Tus palmeras necesitan sustrato nuevo
Cada dos a tres años, tu areca, chamaedorea, livistona, agradecerán que se les renueva la capa superior del sustrato. Retira los primeros cinco centímetros de tierra, con cuidado de no herir las raíces, y reemplázalo por uno nuevo.
Si el tamaño de la palmera lo permite, cada dos o tres años cámbiales totalmente el sustrato; mayo y junio son los meses ideales para hacerlo; la excepción es la kentia, que sufre mucho con los trasplantes. Las temperaturas de mayo y junio propician la emisión de numerosas raíces, lo que favorecerá el arraigo.
Ata las palmas para que no se quiebren durante el proceso y protégelas. Si humedeces el cepellón te resultará más fácil extraerlas del tiesto; intenta que no se deshaga, de modo que no lo satures de agua.
Procúrales más humedad ambiental
La falta de humedad provoca resecamiento o puntas quemadas en las hojas de las plantas de interior, especialmente aglaonemas, begonias rex, calateas, drácenas, alocasias, palmeras en general, especies de origen tropical en su inmensa mayoría.
Con la ayuda de un humidificador o de pulverizaciones frecuentes con agua descalcificada o destilada podrás proporcionarles bienestar; no mojes las flores ni las hojas si son pubescentes. Si las agrupas, contribuirás a que se genere un microclima más húmedo.
Huerto
De tu huerto a tu mesa
Fresas, pepinos y lechugas de ciclo primaveral están en su momento más apetitoso, ¡disfrútalas! Si sembraste zanahorias y remolachas en marzo, o calabacines y rabanitos en abril, ya puedes cosecharlos también. Recoge las judías verdes antes de que granen.
Colocar tutores a las tomateras
Si en mayo has llevado los plantones de tomateras al terreno, ya es momento de colocarles tutores o sujetarlos a un soporte o enrejado para que la planta se desarrolle mejor y obtengas unos tomates de mayor calidad. Conviene eliminar los brotes laterales y dejar uno o dos tallos principales para conseguir frutos de mayor calidad.
Aligerar los frutales
Para que la cosecha sea de mayor calidad y más abundante conviene que descargues ahora las ramas de los ciruelos, melocotoneros, albaricoqueros, manzanos, perales… eliminando selectivamente los frutos más pequeños y deformes. Además, le evitarás al árbol el riesgo de que se le parta una rama por exceso de peso.
El césped
Una cuidada ‘alfombra verde’
Para contrarrestar el efecto del calor, el pisoteo continuo y la aparición de malas hierbas, siega la hierba una vez por semana o cada 10 días.
Riégala diariamente si no llueve.
Existen mezclas de semillas y variedades de cespitosas más adaptadas al clima de la meseta o la costa mediterránea y que, por tanto, demandan mucho menos trabajo.
Y recuerda:
Todo lo que necesites para tu jardín lo encontrarás en Jardinería Sánchez.
Vive en tu jardín.
9 Jun, 2017 | Agenda del jardín
Todavía con sus suaves temperaturas, junio permite realizar muchas actividades al aire libre: en el jardín o la terraza. Las plantas están radiantes, pero hay que protegerlas de la competencia de malas hierbas, enfermedades y plagas.
Como bien dice el dicho “más vale prevenir que curar”, debes vigilar la irrupción de las plagas que son las tareas más importantes que las plantas ornamentales y el huerto requieren éste mes.
Controlar las plagas y enfermedades
Es una batalla que hay que librar sin desmayo. Existen múltiples recursos para combatir con las plagas, desde remedios caseros hasta fitosanitarios, ecológicos y control biológico de las plagas. Las plantas con mayor peligro de coger plagas, enfermedades y algún tipo de accidentes son las que están situadas en los balcones y terrazas.
Algunos de los problemas que pueden afectar a las plantas son: la mosca blanca, la cochinilla, la botritis o el oidio. Entre finales de mayo y principios de junio, es la mejor época para el tratamiento contra la cochinilla, el cual, si se realiza en esta época, hace que prácticamente termines con ella para todo el año.
Aunque realices los tratamientos preventivos, mantén la vigilancia. Apenas veas que han hecho acto de presencia toma medidas inmediatamente. En tu centro de jardinería te aconsejarán.
Eliminar las malas hierbas
Las malas hierbas compiten con las plantas del jardín y del huerto por el agua, la luz y los nutrientes. Elimínelas antes de que germinen. Quitarlas les garantiza un jardín más sano y limpio.
Vigilar el riego
El calor empieza a apretar en algunas zonas de España y las plantas necesitarán mucha más agua. No te descuides con el riego, sobre todo sino llueve, hace viento o mucha calor. Recuerda que las plantas que viven en tiestos están más expuestas a las consecuencias de la falta de agua.
Evita mojar las hojas y las flores, y dirige el chorro al sustrato (y no al cuello de las plantas). El riego automático te quitará trabajo y ahorrarás tu tiempo y dinero: utiliza aspersores bien solapados para el césped, y goteo para los parterres, macizos, setos y huerto, así como en las jardineras y tiestos de la terraza.
Abonar
Para que las especies de flor florezcan en cantidad, hay que darles abono rico en fósforo y potasio. El césped y las plantas verdes de interior, agradecerán un fertilizante específico que las fortifique y mantenga su color.
Plantas vivaces, como los geranios, debes abonarlas con abono líquido entre 20 y 30 días como máximo.
Árboles, arbustos y trepadoras
Recortar setos y topiarios: Los setos y figuras topiarias para que ganen densidad y no pierdan forma, deben repasarse ahora que están brotando las hojas nuevas. Es el caso del boj, aligustre, arizónica, tuya, tejo, incluyendo también los arbustos que ya han florecido.
Los que están en plena floración o vayan a dar bayas en otoño hay que podarlos sólo lo necesario, sin pasarse (por ejemplo: las piracantas). Sólo si fuera necesario (no es imprescindible ni necesario), poda las glicinias, lilos, forsitias, camelias, membrilleros del japón, espíreas, es decir, los arbustos y trepadoras que hayan florecido al comienzo de la primavera.
Guiar y sujetar las trepadoras: Las guías, soportes y sujeciones de las trepadoras deben ser revisados ahora que están en plena floración o emitiendo tallos y hojas. Las trepadoras de tallos volubles o vigoroso crecimiento (bignonias, clemátides y glicinias), que están en plena floración o emitiendo tallos y hojas, deben ser guiadas y sujetadas a su soporte.
Las sujeciones antiguas deben ser revisadas. Así evitarás que se enmarañen o las venza el peso. Si se desarrollan demasiado, a lo mejor tienes que recortarlas, en ese caso infórmate porque según la especie es conveniente hacerlo de una manera o de otra.
Rosales sanos y floridos: Los rosales están en plena floración, pero no libres de enemigos: los omnipresentes pulgones, la falsa oruga del rosal, el oídio y la roya están al acecho. Revisarlos periódicamente y actúa ante el menor síntoma. Elimina las flores marchitas para estimular la floración, así como los chupones y las hojas secas o dañadas. No descuides el riego, sobre todo si los cultivas en maceta.
Bulbos de primavera
Ya hay que desenterrar los bulbos que dieron flor en primavera (tulipanes, narcisos, jacintos, crocus…). Espere a que las hojas se hayan sacado y sácales con cuidado de no lastimarlos. Limpiarlos bien y guárdalos en un sitio fresco, oscuro y seco, hasta el próximo octubre.
Las callas también terminan su ciclo, si las tienes en tiestos y a pleno sol es necesario pasarlas a la sombra o semisombra. Las callas que están a pleno sol en lugares de mucho calor, empezarán a ponerse amarillas y a estar muy feas, no preocuparos, nada más pasen las altas temperaturas volverán a crecer y ponerse verdes.
Césped
Sigue regando y dependiendo de las temperaturas, ves añadiendo más tiempo y frecuencia al riego, a finales de mes, el riego ya tiene que ser diario. El corte del césped debe ser entre cada 7 y 10 días como máximo, recuerda que en zonas de altas temperaturas no hay que cortarlo muy bajito, ya que se nos puede quemar.
Para contrarrestar el efecto del calor, el pisoteo continuo y la aparición de malas hierbas, siega la hierba una vez por semana o cada 10 días. Existen mezclas de semillas y variedades de cespitosas más adaptadas al clima de la maceta o la costa mediterránea y que, por tanto, demandan mucho menos trabajo.
Huerto
Los tomates, pepinos, calabacín, etc. tienen que tener puesto sus tutores para su emparramiento. Están finalizando o acaban de finalizar todas las cosechas de invierno, quita y limpia el suelo, airearlo y déjalo para preparar las próximas cosechas.
Empieza la época de colocación de las bolsas para las uvas tempranas. Fresas, pepinos y lechugas de ciclo primaveral están en su momento más apetitoso. Si sembraste zanahorias y remolachas en marzo, o calabacines y rabanitos en abril, ya puedes cosecharlos también.
Recoge las judías verdes antes de que granen. Para que la cosecha de los frutales sea de mayor calidad y más abundante conviene que descargues ahora las ramas de los ciruelos, melocotones, albaricoques, manzanos, perales… eliminando selectivamente los frutos más pequeños y deformes.
Además, le evitarás al árbol el riesgo de que se le parta una rama por exceso de peso.
Plantas de interior
Los peques están llegando, al fín terminan el colegio y es hora de irnos a las segundas residencias para disfrutar del verano. Recuerda que es muy importante dejar las plantas en las jardineras de autorriego o con algún sistema de riego.
También es conveniente dejarlas cerca de las ventanas con luz, patios y demás sitios bien cuidados. Conforme las hemos dejado, hemos de pasarnos cada cierto tiempo para regar las plantas, controlar las plagas y ver que van correctamente.
La falta de humedad provoca desecamiento o puntas quemadas en las hojas de las plantas de interior, especialmente en aglaonemas, begonias rex, calateas, drácenas, alocasias, en general las palmeras de origen tropical en su inmensa mayoría.
Con la ayuda de un humidificador o de pulverizaciones frecuentes con agua descalcificada o destilada podrás proporcionarles bienestar; no mojes las flores ni las hojas si son pubescentes. Si las agrupas, contribuirás a que se genere un micro-clima más húmedo.
6 May, 2015 | Complementos jardín, Plantas y Jardín
Un césped hermoso se complementa con el resto del jardín y es esencial para que este luzca fantástico.
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La primavera es el mejor momento para dedicar un poco de tiempo y esfuerzo para poner en forma nuestro césped.
A continuación vamos a proponer un sencillo programa de cuidados del césped que nos ofrecerá los mejores resultados en la salud y aspecto de nuestro césped.
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Los secretos del éxito de un césped de aspecto perfecto son:
- Siega regular y correcta.
- Alimentar en primavera y verano con fertilizantes específicos para césped.
- Tratamiento de las malas hierbas y musgo.
- Aireado.
- Resiembra.
- Riego.
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Siega
El trabajo más importante para obtener un césped de aspecto perfecto es realizar un corte correcto y regular del mismo.
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Es necesario cortar la hierba de manera regular, incluso semanalmente, ya que el césped crece muy rápido durante la primavera y verano.
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El objetivo es mantener el césped a la misma altura. Para la mayoría de los céspedes la altura debe ser aproximadamente entre 2.5 y 4 cm. de alto. Para céspedes que tengan mucho desgaste, la altura se eleva a más de 5 cm., y para áreas muy sombreadas, debemos cortar a una altura de unos 7.5 cm.
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Segar demasiado corto es desaconsejable, ya que es la forma más rápida para que las malas hierbas y el musgo se establezcan, cosa que finalmente debilitará y estropeará nuestro césped.
Alimentación del césped
Lo siguiente en la lista de prioridades en el cuidado de nuestro césped es alimentar nuestro césped utilizando fertilizantes específicos.
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Una buena alimentación con un fertilizante de césped no sólo hace que la hierba luzca más verde, sino que hace además que crezca más grueso y aumente su fuerza, vigor y salud, haciéndolo más robusto y mejor equipado para competir con las malas hierbas, el musgo y las tensiones relacionadas con el clima.
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Para alimentar el césped en primavera, debemos aplicar el fertilizante inmediatamente después de realizar el corte. Cuando utilizamos un un abono para césped granulado, es importante aplicar uniformemente sobre todo el césped siguiendo la dosis recomendada por el fabricante. La forma más sencilla de hacerlo es utilizando un esparcidor de césped, sobre todo en céspedes grandes.
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Si repetimos el tratamiento al cabo de 6 semanas, seguiremos disfrutando de un césped fuerte y saludable durante todo el verano.
Tratamiento de las malas hierbas y el musgo
Las malas hierbas del césped son un gran dolor de cabeza que nos puede complicar nuestro objetivo de disfrutar de un césped sano y de aspecto espectacular.
Un césped fuerte, sano y bien alimentado será capaz de hacer frente a las malas hierbas y al musgo mucho mejor que uno que no está cuidado y alimentado correctamente.
No obstante, donde aparece el problema de las malas hierbas y el musgo, es importante comenzar un tratamiento específico rápidamente, evitando que el problema se agrave.
Existen productos muy completos en el mercado para el tratamiento de las malas hierbas como son los herbicidas líquidos y productos específicos antimusgo. A la hora de escoger un tratamiento, sino tenemos mucha experiencia, es aconsejable pedir orientación en nuestro centro de jardinería de confianza. Un buen profesional nos orientará para escoger el producto más adecuado así como la dosificación y número de aplicaciones a realizar.
Aireado
El alto tráfico en el césped puede provocar que se compacte. Esto puede hacer que la lluvia y los nutrientes -así como el aire- lleguen a la raíz. El aireado puede aliviar ese problema.
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El aireado elimina las obstrucciones de la tierra y hace agujeros en ella.
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Esto se puede llevar a cabo con un aireador de empuje, un rodillo de púas en un cilindro ajustado a un mango largo
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Los tacos aireadores que se ajustan a la parte inferior del calzado o aireadores que son similares a una horquilla recta no hacen el trabajo completo. Mientras hacen agujeros en la tierra, no eliminan las obstrucciones.
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El aireado se realiza al mismo tiempo que el quite de maleza; si tenemos el césped de tipo zoysia, necesitaremos esperar al verano para airearlo.
Resiembra
Cada año, hasta una cuarta parte del césped puede llegar morir, especialmente después de un invierno frío y húmedo. Resembrar, es decir, sembrar semillas de hierba nuevas en el césped existente, puede rejuvenecer el aspecto de su césped y traerlo de vuelta a la vida.
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Las semillas de césped se siembran a inicios de la primavera, después de haber quitado la maleza y de haber aireado. Una forma de asegurarnos un césped hermoso y saludable, es seleccionando las semillas que crecen mejor en nuestra región.
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Un clima continental exige una variedad de césped resistente a las heladas y a un clima seco, mientras que un césped cercano al mar necesitará una variedad resistente al salitre. También hay que tener en cuenta el tráfico al que será sometido nuestro césped o ciertas áreas del jardín.
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Los estragos del invierno y otros factores como, por ejemplo, las manchas que pueden dejar algunos animales domésticos como los perros, hacen que muchos céspedes presentan áreas desnudas que no sólo afean el jardín, sino que además son zonas perfectas para que las malas hierbas y el musgo se desarrollen.
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Hay disponibles productos para césped específicos que cubrirá las calvas y logrará crear una cubierta espesa de hierba en el área desnuda.
Riego
Tan pronto llega la primavera, el césped comienza a buscar agua.
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Si no hay suficiente agua, el césped no recibe los nutrientes esenciales para su crecimiento, reproducción y, sobretodo, su defensa contra las enfermedades y plagas. Sin embargo, tampoco es recomendable el riego excesivo ya que puede tener el efecto contrario.
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Aunque el riego es importante, la única manera de que el césped se pueda beneficiar de él, es cuando cuenta con un buen suelo. El suelo sano retiene el agua como una esponja. Absorbe lo que necesita y deja ir el exceso.
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Cuando la calidad del suelo es pobre, el suelo no es capaz de mantener ni siquiera el agua que necesita para que el césped crezca y toda el agua se escurre. Ésto se observa comúnmente en los suelos arenosos. Del mismo modo, los suelos que tienen gran contenido de arcilla bloquean la entrada del agua. Por lo tanto, tu suelo debe estar sano.
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La mejor hora del día para regar es temprano en la mañana. Menos agua se evapora si el césped se riega cuando la temperatura es fresca y no hay mucho viento, condiciones que generalmente se dan en las primeras horas del día.
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El riego al atardecer y en la noche también reduce la pérdida de agua por evaporación si no hay viento; sin embargo, esto tiende a traer problemas de enfermedades ya que el césped permanece húmedo toda la noche.
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Para regar el césped eficientemente se debe remojar la tierra en la zona de la raíz, es decir, no debe ser un simple riego superficial. Debemos regar sólo cuando sea necesario. Se han de revisar los aspersores para lograr un riego uniforme. También es vital examinar la calidad del agua.