23 May, 2025 | Plantas y Jardín
Cada vez más personas buscan formas de reconectar con la naturaleza, llevar una alimentación más saludable y disfrutar del placer de cultivar sus propios alimentos.
Los huertos urbanos se han convertido en una tendencia en alza, tanto en grandes ciudades como en pequeñas poblaciones. Su popularidad se debe a que son accesibles, sostenibles y muy gratificantes.
En este artículo te contamos qué es un huerto urbano, qué puedes cultivar en él, qué materiales necesitas y te daremos algunas ideas para inspirarte.
Qué es un huerto urbano
Un huerto urbano es un espacio destinado al cultivo de plantas comestibles, principalmente hortalizas, frutas, hierbas aromáticas y flores, dentro del entorno urbano.
Puede instalarse en balcones, terrazas, patios, azoteas, paredes verticales o incluso en pequeños jardines.
No es necesario disponer de un gran terreno: con un rincón soleado y los materiales adecuados, cualquier persona puede tener su propio huerto.
Los huertos urbanos no solo proporcionan alimentos frescos y ecológicos.
También ofrecen beneficios ambientales, como la mejora de la calidad del aire, contribuyen a la biodiversidad, fomentan hábitos saludables y proporcionan bienestar emocional.
Además, son una actividad ideal para compartir en familia.
Ideas para diseñar tu huerto urbano
El diseño de un huerto urbano depende principalmente del espacio disponible y de las condiciones ambientales. Aquí te ofrecemos algunas ideas para que encuentres la solución que mejor se adapte a tu hogar.
Huerto en macetas. Es la opción más sencilla y versátil. Puedes utilizar macetas de diferentes tamaños para cultivar desde hierbas aromáticas hasta pequeños árboles frutales. Ideal para balcones y terrazas.
Huerto vertical. Perfecto para aprovechar al máximo el espacio en paredes o barandillas. Se pueden usar estanterías, estructuras de madera, palets reciclados o sistemas modulares de jardinería vertical.
Jardineras de balcón. Las jardineras colgadas en el balcón permiten cultivar lechugas, fresas, hierbas y flores comestibles con un impacto estético muy atractivo.
Mesas de cultivo. Son estructuras elevadas, generalmente de madera o metal, que permiten trabajar a una altura cómoda. Son ideales para terrazas y patios y facilitan el drenaje y la gestión del sustrato.

Huertos hidropónicos. Si te atrae la tecnología, los sistemas hidropónicos permiten cultivar plantas sin tierra, utilizando soluciones nutritivas. Son eficientes y adecuados para espacios interiores bien iluminados.
Qué cultivar en un huerto urbano
La selección de cultivos dependerá del espacio, de la orientación solar y de la época del año. Estos son algunos de los cultivos más recomendables para huertos urbanos.
Hortalizas de ciclo corto
- Lechugas
- Espinacas
- Rúcula
- Rábanos
- Canónigos
Estas plantas crecen rápidamente y no requieren grandes profundidades de sustrato.
Hierbas aromáticas
- Albahaca
- Perejil
- Cilantro
- Tomillo
- Orégano
- Menta
Son fáciles de cultivar, muy útiles en la cocina y aportan un aroma agradable al espacio.
Frutas
- Fresas. Se adaptan muy bien a jardineras colgantes y macetas.
- Frambuesas y moras. Requieren un tutorado sencillo y algo más de espacio.
- Cítricos enanos. Limones y kumquats en macetas grandes pueden prosperar en terrazas soleadas.
Tomates y pimientos
Los tomates cherry y los pimientos dulces o picantes son clásicos del huerto urbano. Requieren macetas profundas, buen sol y riego regular.
Materiales necesarios
Para montar un huerto urbano básico, no es necesario hacer una gran inversión. Estos son los materiales esenciales.

Recipientes. Macetas, jardineras, mesas de cultivo, bolsas de cultivo o sistemas verticales.
Sustrato. Es recomendable utilizar un sustrato específico para huerto, que sea ligero, rico en materia orgánica y con buen drenaje.
Semillas o plantones. Puedes adquirir semillas ecológicas o plantones en centros de jardinería.
Abono. Compost orgánico, humus de lombriz u otros fertilizantes ecológicos.
Herramientas básicas. Pala de mano, regadera o sistema de riego por goteo, guantes de jardinería.
Protección contra plagas. Productos naturales como jabón potásico o trampas cromáticas.
Consejos para el éxito
Elige el lugar adecuado. La mayoría de las plantas comestibles necesitan al menos 5 o 6 horas diarias de sol directo.
Gestiona bien el riego. El riego regular es clave, especialmente en verano. El riego por goteo automatizado es muy eficaz.
Rota los cultivos. Alterna las plantas para evitar el agotamiento del suelo y la aparición de plagas.
Observa y aprende. Dedica unos minutos cada día a observar el huerto. Te ayudará a detectar a tiempo cualquier problema y a disfrutar del proceso.
Montar un huerto urbano es una forma estupenda de disfrutar de la jardinería en cualquier entorno, por limitado que sea el espacio.
Con un poco de planificación y dedicación, puedes cultivar tus propias hortalizas y hierbas, mejorar tu bienestar y contribuir a un estilo de vida más sostenible.
Además, cada temporada trae nuevos aprendizajes y satisfacciones. Anímate a crear tu propio oasis verde en la ciudad.
15 May, 2025 | Plantas y Jardín
Los lirios (Lilium) son plantas bulbosas conocidas por su elegancia, fragancia y flores espectaculares. Con más de 100 especies y numerosos híbridos, estas plantas son ideales para jardines, macetas y arreglos florales.
En este artículo, exploraremos sus características, tipos más populares, requisitos de cultivo y cuidados esenciales para mantenerlos saludables y floridos.
Características del Lirio
Los lirios pertenecen a la familia Liliaceae y son originarios de regiones templadas del hemisferio norte, especialmente Asia, Europa y América del Norte. Algunas de sus características más destacadas son:
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Flores: Grandes, vistosas y con forma de trompeta, embudo o copa. Pueden ser simples o dobles, y sus colores incluyen blanco, amarillo, rosa, rojo, naranja y púrpura, a menudo con manchas o estrías.
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Tallos: Erectos y robustos, pueden alcanzar entre 30 cm y 2 metros de altura, dependiendo de la variedad.
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Hojas: Lanceoladas, dispuestas en espiral o en verticilos, de color verde intenso.
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Bulbos: Escamosos y perennes, almacenan nutrientes para la siguiente temporada de crecimiento.
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Fragancia: Muchas especies, como el Lilium candidum (lirio blanco) o el Lilium regale, desprenden un aroma dulce y penetrante.
Principales Tipos de Lirios
Los lirios se clasifican en varios grupos según su origen y características:
- Lirios Asiáticos (Lilium asiatic): Flores pequeñas pero muy coloridas, sin fragancia. Ideales para principiantes por su resistencia.
- Lirios Orientales (Lilium oriental): Flores grandes y fragantes, como los populares ‘Stargazer’ y ‘Casa Blanca’.
- Lirios Trompeta (Lilium longiflorum): Flores alargadas en forma de trompeta, como el lirio de Pascua.
- Lirios Híbridos (OT, LA, LO): Cruces entre especies, como los híbridos Orienpet (OT), que combinan el tamaño de los orientales con la resistencia de los trompeta.
Cultivo del Lirio: Requisitos Básicos
Para que los lirios crezcan sanos y florezcan abundantemente, es fundamental proporcionarles las condiciones adecuadas.
🌱 Plantación
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Época ideal: Otoño (para floración en verano) o principios de primavera.
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Suelo: Bien drenado, fértil y ligeramente ácido (pH 6-6.5). Evitar suelos encharcados para prevenir pudrición del bulbo.
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Profundidad: Plantar los bulbos a una profundidad de 2-3 veces su altura (unos 10-15 cm).
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Espaciado: Dejar 15-30 cm entre bulbos para permitir un buen desarrollo.
☀️ Luz y Temperatura
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Luz: Prefieren pleno sol (6-8 horas diarias), aunque en climas muy cálidos agradecen sombra parcial por la tarde.
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Temperatura: Se adaptan bien a climas templados. Algunas especies resisten heladas leves, pero es recomendable proteger los bulbos en invierno con mulch.
💧 Riego y Humedad

Cuidados Esenciales del Lirio
🌿 Abonado
✂️ Poda y Mantenimiento
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Eliminar flores marchitas: Cortar solo las flores secas, dejando el tallo y las hojas hasta que se sequen naturalmente.
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Protección invernal: En zonas frías, cubrir con paja u hojas secas para proteger los bulbos.
🐛 Plagas y Enfermedades Comunes
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Pulgones y ácaros: Controlar con jabón insecticida o aceite de neem.
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Hongos (Botrytis, Fusarium): Evitar exceso de humedad y aplicar fungicidas preventivos.
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Escarabajos del lirio (Lilioceris lilii): Retirar manualmente o usar insecticidas específicos.
Multiplicación del Lirio
Los lirios pueden reproducirse de varias formas:
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División de bulbos: Separar los bulbillos que se forman alrededor del bulbo madre y replantarlos.
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Escamas: Desprender escamas del bulbo, colocarlas en sustrato húmedo y esperar a que desarrollen nuevos bulbos.
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Semillas: Menos común, ya que algunas especies tardan años en florecer.
Usos y Decoración con Lirios
Además de su valor ornamental en jardines, los lirios son populares en:
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Arreglos florales: Por su elegancia y duración en jarrones (cambiar el agua cada 2 días).
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Jardines temáticos: Combinan bien con rosas, lavanda y plantas de follaje oscuro.
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Simbolismo: En muchas culturas representan pureza (lirio blanco) y pasión (lirio rojo).
El lirio es una planta versátil y fascinante que, con los cuidados adecuados, puede ser el centro de atención en cualquier jardín. Desde su plantación hasta su floración, cada etapa requiere atención, pero el resultado vale la pena: flores espectaculares y un aroma inigualable.
Si deseas incorporar lirios en tu espacio, elige la variedad que mejor se adapte a tu clima y sigue estos consejos para disfrutar de su belleza año tras año.
11 Abr, 2025 | Plantas y Jardín
Las caléndulas (Calendula officinalis) son una de las plantas más populares en jardinería, no solo por su vibrante floración amarilla y naranja, sino también por sus múltiples beneficios.
Estas plantas, resistentes y fáciles de cultivar, son ideales tanto para principiantes como para expertos en jardinería.
En este artículo, exploraremos sus características, cuidados esenciales, usos y algunas curiosidades que las hacen indispensables en cualquier huerto o jardín.
Origen y variedades
Originarias de la región mediterránea y Asia Menor, las caléndulas pertenecen a la familia Asteraceae. Existen alrededor de 20 especies, pero las más conocidas son:
Calendula officinalis (caléndula común o maravilla): La más cultivada, con flores dobles o semidobles en tonos amarillos y anaranjados.
Calendula arvensis (caléndula silvestre): De menor tamaño, común en campos y bordes de caminos.
Aspecto y crecimiento
Altura: Entre 30 y 60 cm.
Hojas: Verdes, lanceoladas y ligeramente pegajosas al tacto.
Flores: Similares a las margaritas, con pétalos en forma de rayos y un centro denso. Florecen desde primavera hasta el otoño.
Aroma: Ligeramente especiado, no muy intenso.
Cultivo y cuidados de las Caléndulas

Tipo de suelo: Prefieren sustratos bien drenados y fértiles, aunque se adaptan a suelos pobres. pH idealmente neutro (6.0–7.0), pero toleran ligeras variaciones.
Luz solar: Requieren pleno sol (al menos 6 horas diarias), aunque soportan sombra parcial.
Época de siembra: En primavera (tras las heladas) o en otoño en climas cálidos.
Riego: Moderado, evitando encharcamientos. Resistentes a sequías breves.
Abono: No necesitan mucho, pero un fertilizante orgánico (compost o humus) en primavera favorece la floración.
Beneficios y usos de las Caléndulas
Repelente natural: Su aroma ahuyenta plagas como nematodos, pulgones y mosca blanca, por lo que son excelentes plantas compañeras en huertos (especialmente junto a tomates y lechugas).
Atraen polinizadores: Abejas y mariposas las adoran, mejorando la biodiversidad del jardín.
Cicatrizante y antiinflamatorio: Sus pétalos se usan en infusiones, ungüentos y aceites para tratar irritaciones cutáneas, quemaduras y eccemas.
Infusiones digestivas: Alivian úlceras y malestares estomacales.
Cosmética natural: Presente en cremas, bálsamos labiales y champús por sus propiedades hidratantes.
Pétalos comestibles: Usados como colorante natural en arroces, sopas y ensaladas (con un sabor ligeramente amargo y picante).
Curiosidades sobre las Caléndulas
Nombre y simbolismo: Su nombre proviene del latín calendae («calendario»), porque florecen casi todos los meses. En algunas culturas simbolizan calor, creatividad y buena fortuna.
«Reloj de los pobres»: Sus flores se abren con el sol y se cierran al atardecer o con lluvia.
Historia medicinal: Usadas desde la antigua Grecia y Roma para tratar heridas, y en la Edad Media como remedio contra la peste.
Tinte natural: Sus flores producen un pigmento amarillo usado tradicionalmente en lanas y alimentos.
Las caléndulas son plantas versátiles, resistentes y llenas de beneficios, ideales para jardines ornamentales, huertos e incluso usos terapéuticos.
Su cultivo es sencillo, y su capacidad para repeler plagas las convierte en aliadas indispensables. Si buscas una planta alegre, útil y de bajo mantenimiento, ¡la caléndula es una excelente elección!
¿Te animas a plantarlas? En Centro de Jardinería Sánchez encontrarás semillas y plantas de caléndula, además de asesoramiento personalizado. ¡Dale color y vida a tu espacio con estas maravillosas flores!
14 Mar, 2025 | Plantas y Jardín
Las hiedras, conocidas científicamente como Hedera, son plantas trepadoras perennes que han sido apreciadas durante siglos por su belleza, versatilidad y resistencia. Originarias de Europa, Asia y el norte de África, estas plantas han encontrado su lugar en jardines, balcones y espacios interiores alrededor del mundo.
Su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones y su crecimiento vigoroso las convierten en una opción popular para quienes buscan añadir un toque de verdor a sus espacios.
En este artículo, exploraremos las características principales de las hiedras y los cuidados necesarios para mantenerlas saludables y exuberantes.
Características de las Hiedras
Hojas Persistentes y Variadas
Una de las características más destacadas de las hiedras es su follaje perenne, lo que significa que mantienen sus hojas durante todo el año. Las hojas suelen ser de un verde intenso, aunque existen variedades con matices plateados, dorados o incluso variegados (combinaciones de verde y blanco o amarillo). La forma de las hojas puede variar según la especie, pero en general son lobuladas y de textura coriácea.
Crecimiento Trepador o Rastrero
Las hiedras son conocidas por su capacidad para trepar. Utilizan raíces adventicias, pequeñas estructuras que se adhieren a superficies como paredes, vallas o árboles, para escalar y extenderse. Sin embargo, también pueden crecer de forma rastrera, cubriendo el suelo y formando una alfombra verde. Esta versatilidad las hace ideales para decorar muros, crear setos o cubrir áreas desnudas en el jardín.
Flores y Frutos
Aunque no son tan llamativas como sus hojas, las hiedras producen pequeñas flores en otoño, generalmente de color verde amarillento. Estas flores son una importante fuente de alimento para las abejas y otros polinizadores durante los meses más fríos. Tras la floración, las hiedras desarrollan frutos pequeños y oscuros, que son consumidos por aves pero tóxicos para los humanos y algunas mascotas.
Resistencia y Adaptabilidad
Las hiedras son plantas extremadamente resistentes. Pueden sobrevivir en una amplia gama de condiciones climáticas, desde climas templados hasta regiones más frías. Además, toleran bien la sombra, aunque también pueden crecer en áreas con luz solar directa, siempre que se mantengan bien hidratadas.
Cuidados Básicos de las Hiedras
Aunque las hiedras son plantas resistentes, requieren ciertos cuidados para mantenerse saludables y lucir su mejor versión. A continuación, te ofrecemos una guía práctica para el cuidado de estas plantas:
Suelo y Sustrato
Las hiedras prefieren suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Un sustrato ligero y fértil es ideal para su crecimiento. Si las plantas en macetas, asegúrate de que tengan agujeros de drenaje para evitar el encharcamiento, que puede provocar pudrición de raíces.
Riego
El riego es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de las hiedras. Durante los meses más cálidos, es necesario regarlas regularmente, manteniendo el suelo ligeramente húmedo pero no empapado. En invierno, reduce la frecuencia de riego, ya que el exceso de agua puede ser perjudicial. Las hiedras en macetas suelen requerir más agua que las plantadas directamente en el suelo.
Luz
Las hiedras pueden adaptarse a diferentes niveles de luz, pero su preferencia varía según la variedad. En general, las hiedras de hojas verdes toleran mejor la sombra, mientras que las variedades variegadas necesitan más luz para mantener sus colores vibrantes. Evita la exposición directa al sol intenso durante largos períodos, ya que puede quemar las hojas.
Poda
La poda es esencial para controlar el crecimiento de las hiedras, que pueden volverse invasivas si no se mantienen bajo control. Poda las ramas largas o desordenadas para fomentar un crecimiento más denso y compacto. También es recomendable retirar las hojas secas o enfermas para prevenir la propagación de plagas o enfermedades.
Fertilización
Aunque las hiedras no son exigentes en cuanto a nutrientes, se benefician de una fertilización ocasional durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Usa un fertilizante balanceado o uno específico para plantas verdes, siguiendo las instrucciones del fabricante. Evita sobrefertilizar, ya que puede provocar un crecimiento excesivo y débil.
Control de Plagas y Enfermedades
Las hiedras son relativamente resistentes a plagas, pero pueden verse afectadas por ácaros, cochinillas o pulgones. Revisa regularmente las hojas y tallos para detectar signos de infestación. Si encuentras plagas, trata la planta con jabón insecticida o aceite de neem. Además, asegúrate de mantener una buena circulación de aire alrededor de la planta para prevenir enfermedades fúngicas como el oídio.
Usos de las Hiedras en el Jardín
Las hiedras son increíblemente versátiles y pueden utilizarse de diversas maneras en el jardín:

Hiedras en macetas colgantes
Es una planta perfecta para plantar en macetas colgantes, en interior, cerca de una fuente de luz, pero no directa. Importante no abusar del riego y en interior cuidado con los cambios bruscos de temperatura.
Cobertura de Paredes y Vallas
Gracias a su capacidad para trepar, las hiedras son ideales para cubrir paredes o vallas, añadiendo un toque natural y fresco a cualquier espacio.
Cubresuelos
En áreas donde el césped no crece bien, las hiedras pueden servir como una excelente alternativa para cubrir el suelo y prevenir la erosión.
Setos y Bordes
Las hiedras pueden utilizarse para crear setos o bordes verdes, proporcionando privacidad y estructura al jardín.
Las hiedras son plantas fascinantes que ofrecen una combinación única de belleza, resistencia y versatilidad. Con los cuidados adecuados, pueden transformar cualquier espacio en un oasis verde y lleno de vida.
Ya sea que las utilices para cubrir una pared, decorar una maceta o crear un seto, las hiedras seguramente se convertirán en una de tus plantas favoritas.
¡Anímate a incorporarlas en tu jardín y disfruta de su encanto perenne!
13 Feb, 2025 | Plantas y Jardín
Un jardín bien cuidado es un espacio lleno de vida, color y armonía. Sin embargo, para mantenerlo en óptimas condiciones, es fundamental prevenir y controlar las plagas y enfermedades que pueden afectar a las plantas.
Estas amenazas no solo comprometen la belleza del jardín, sino que también pueden debilitar o incluso matar a tus plantas si no se actúa a tiempo.
En este artículo, te ofrecemos una guía completa con consejos prácticos para prevenir plagas y enfermedades en tu jardín, garantizando que tus plantas crezcan fuertes y saludables.
Conoce tu jardín y sus necesidades
El primer paso para prevenir problemas en tu jardín es conocerlo a fondo. Cada planta tiene necesidades específicas en cuanto a luz, agua, suelo y nutrientes. Un entorno adecuado fortalece las plantas y las hace más resistentes a plagas y enfermedades.
Investiga sobre las especies que tienes en tu jardín y asegúrate de proporcionarles las condiciones óptimas para su crecimiento.
Suelo saludable: Un suelo bien drenado y rico en materia orgánica es clave para prevenir enfermedades. Realiza análisis periódicos del suelo para verificar su pH y niveles de nutrientes, y enmienda según sea necesario.
Riego adecuado: El exceso de humedad puede favorecer la aparición de hongos y bacterias. Riega tus plantas de manera moderada y asegúrate de que el agua no se acumule en las hojas o en la base de las plantas.
Mantén una buena higiene en el jardín
La limpieza es fundamental para prevenir la propagación de plagas y enfermedades. Restos de hojas, ramas muertas o malezas pueden convertirse en refugios para insectos y patógenos.
Poda regularmente: Elimina las partes dañadas o enfermas de las plantas para evitar que los problemas se extiendan. Usa herramientas limpias y desinfectadas para no transmitir enfermedades.
Retira los desechos: Recoge las hojas caídas, frutos podridos y otros restos vegetales. Estos pueden ser focos de infección si se dejan en el suelo.
Controla las malezas: Las malas hierbas compiten por nutrientes y pueden albergar plagas. Elimínalas de manera regular para mantener tu jardín limpio y saludable.
Fomenta la biodiversidad
Un jardín diverso es más resistente a las plagas y enfermedades. La presencia de diferentes especies de plantas, insectos beneficiosos y microorganismos crea un ecosistema equilibrado que dificulta la proliferación de problemas.
Planta variedades resistentes: Algunas especies y variedades de plantas son más resistentes a ciertas plagas y enfermedades. Infórmate y elige aquellas que mejor se adapten a tu zona.

Atrae insectos beneficiosos: Mariquitas, abejas, crisopas y otros insectos son aliados naturales en la lucha contra las plagas. Planta flores como caléndulas, lavanda o margaritas para atraerlos.
Rotación de cultivos: Si tienes un huerto, cambia la ubicación de los cultivos cada temporada para evitar que las plagas y enfermedades se establezcan en el suelo.
Usa métodos de control natural
Antes de recurrir a productos químicos, considera opciones más ecológicas y seguras para prevenir y controlar plagas y enfermedades.
Aceite de neem: Este producto natural es efectivo contra una amplia gama de plagas y no daña a los insectos beneficiosos. Aplícalo según las instrucciones del fabricante.
Jabón insecticida: Una solución de jabón suave y agua puede eliminar áfidos, cochinillas y otras plagas de cuerpo blando. Rocía directamente sobre las áreas afectadas.
Trampas y barreras físicas: Usa trampas adhesivas para capturar insectos voladores o coloca barreras físicas, como mallas, para proteger tus plantas de plagas.
Vigila y actúa rápidamente
La detección temprana es clave para prevenir daños mayores. Revisa tus plantas regularmente en busca de signos de plagas o enfermedades, como hojas amarillentas, manchas, agujeros o presencia de insectos.
Aprende a reconocer los síntomas comunes de plagas y enfermedades. Por ejemplo, los áfidos suelen agruparse en los brotes tiernos, mientras que los hongos pueden causar manchas blancas o negras en las hojas.
Si detectas un problema, toma medidas rápidamente. Aísla las plantas afectadas si es posible y aplica el tratamiento adecuado.
Fertiliza de manera adecuada
Una nutrición equilibrada fortalece las plantas y las hace menos susceptibles a plagas y enfermedades. Sin embargo, el exceso de fertilizantes puede tener el efecto contrario, atrayendo plagas y debilitando las plantas.
Los abonos naturales, como el compost o el estiércol, mejoran la estructura del suelo y liberan nutrientes de manera gradual.
Un exceso de este nutriente puede promover el crecimiento de hojas tiernas, que son más atractivas para las plagas.
Prepara tu jardín para cada estación
Las condiciones climáticas influyen en la aparición de plagas y enfermedades. Adapta tus cuidados según la época del año para prevenir problemas.
Primavera y verano: Estas estaciones son propicias para la proliferación de insectos. Mantén un riego adecuado y vigila la aparición de plagas.
Otoño e invierno: Limpia tu jardín antes de la llegada del frío para eliminar posibles refugios de plagas. Protege las plantas más sensibles con mantillo o cubiertas.
Prevenir plagas y enfermedades en tu jardín no solo te ahorrará tiempo y esfuerzo, sino que también te permitirá disfrutar de un espacio más saludable y vibrante. Con un enfoque proactivo y cuidados adecuados, puedes minimizar los riesgos y garantizar que tus plantas crezcan fuertes y hermosas.
Recuerda que la clave está en la observación, la higiene y el uso de métodos naturales. ¡Tu jardín te lo agradecerá!