Cuidados y características de los rosales

Cuidados y características de los rosales

La rosa tiene el honor de ser la flor más popular del mundo. Las razones de su popularidad se deben a su gran variedad en cuanto a colores, tamaños, fragancias y otros atributos.

La rosa ha sido y es un símbolo de amor y belleza y ha sido utilizada también como símbolo político, incluso en el pasado en la guerra. La variedad, el color e incluso el número de rosas conllevan diferentes significados simbólicos. Pero si tuviéramos que indicar un atributo por el que la rosa es universalmente conocida es el amor, en especial la rosa roja.

Las rosas son la elección más popular entre las flores con el propósito de regalar. También son una opción sumamente elegante en la decoración del hogar y en la oficina. Un ramo de rosas o incluso una sola rosa da un toque estético muy especial y alegra el entorno.

Además de las rosas naturales también existen opciones de muy buena calidad de rosa artificial ampliamente utilizadas en decoración.

Algunos datos interesantes sobre las rosas

El lugar de origen de la rosa cultivada fue probablemente el norte de Persia, en el Caspio, o Faristan en el Golfo de Persia.

Las rosas eran consideradas las flores más sagradas en el antiguo Egipto y se utilizaban como ofrendas para la diosa Isis. También se han encontrado rosas en tumbas egipcias, donde se creaban coronas para los funerales.

Confucio (500 años antes de Cristo) informó que la biblioteca imperial china albergaba una gran cantidad de libros sobre rosas.

Los sumerios, de la antigua Mesopotamia, hablan de las rosas en una tablilla cuneiforme escrita alrededor de 2.860 antes de Cristo.

En Inglaterra  ya se cultivaba y se realizaban hibridaciones de rosas en el siglo XV, cuando tuvo lugar la Guerra de las Rosas. Ambos bandos tenían como símbolo una rosa (roja en la Casa de Lancaster y blanca en la Casa de York). El ganador de la guerra, Enrique VI, creó la rosa de Inglaterra (rosa de los Tudor) de color rojo.

Aunque todavía no existe ninguna rosa de color negro, hay algunas variedades (Black Baccara, por ejemplo) de rojo tan oscuro que parecen negras.

Holanda es el primer exportador mundial de rosas. Con cerca de 8.000 hectáreas de tierra cultivada con rosas, es el líder mundial en el cultivo de rosas.

El 54% de la superficie cultivada en Ecuador está dedicada a las rosas.

Clasificación de las rosas

En términos generales las rosas se dividen en tres clases:

  • Silvestres: las que crecen en la naturaleza sin necesidad de cultivo.
  • Antiguos: son los tipos de rosales que existían antes de 1867, año en que apareció el primer Híbrido de té, un híbrido artificial.
  • Modernos: son los rosales posteriores a 1867 hasta la actualidad.

Sin embargo, a parte de esta clasificación más técnica, las rosas se suele clasificar según otras características:

  • De flor romántica: Traviata, Liv Tyler, Rene Goscinny…
  • De flor grande: Botero, Alba García, Black Baccara, Charles de Gaulle…
  • Rosales paisajísticos: Alpha Meidiland, La Sevillana, Les Quatre Saisons…
  • Rosales trepadores: Bolshoi, Landora, Palais Royal…

Cuidados básicos de los rosales

Los rosales son plantas que se pueden hacer crecer en cualquier tipo de suelo bien drenado y con luz solar óptima (les gusta el sol).

Los suelos arcillosos y temperaturas cálidas son las circunstancias más adecuadas para el rosal. Los rosales crecen mejor cuando se cultivan aislados de otras plantas.

El estiércol de vaca es el fertilizante preferido para el cultivo de los rosales, pero existen otros fertilizantes orgánicos -especialmente compost– que también se utilizan con resultados óptimos.

El rosal es una planta que, por lo general, requiere un poda severa.

El riego es importante que empapemos bien el suelo, no un simple riego superficial.

Existen abonos y fertilizantes específicos para los rosales. Es muy recomendable utilizarlos para mejorar la salud y el vigor de la planta.

Es aconsejable realizar el acolchado durante el invierno. Este mantillo regula la temperatura del suelo y mitiga los efectos de las bajas temperaturas.

Prevención y cura de enfermedades y plagas del rosal

La mayoría de los problemas relacionados con los rosales son causados por hongos. Las enfermedades más comunes en este sentido son:

  • Oidio
  • Mildiu
  • Roya
  • Punto negro
  • Botritis

Para combatirlas existen fungicidas específicos muy efectivos, tanto de carácter preventivo como curativo. Como medida preventiva es conveniente regar haciendo que el agua penetre bien en el suelo, pero hay que evitar los encharcamiento (pudren las raíces y generan las enfermedades por hongos).

Existen otras plagas comunes en los rosales y a otras plantas de nuestro jardín. Los más comunes son:

  • El Pulgón del rosal
  • Araña roja
  • Mosca blanca
  • Cochinilla
  • Mosca del rosal

Como efecto preventivo y paliativo encontraremos en nuestro centro de jardinería una gran variedad de insecticidas y acaricidas adecuados.

La rosa y el Día de Sant Jordi

Cuenta la leyenda que en cierto lugar había un dragón que atacaba al reino. Los habitantes, muertos de miedo, decidieron entregarle cada día dos corderos al dragón para satisfacer su hambre y a cambio de que no atacase la villa. Pero cuando los animales empezaron a escasear se decidió enviar a una persona —escogida por sorteo— y un cordero. Aquella familia que veía cómo un miembro era devorado por el dragón recibía, a cambio, todo tipo de riquezas como compensación.

Sigue diciendo la leyenda que un día fue la princesa la escogida por sorteo para acompañar al cordero. Sea como fuere, de camino hasta la cueva del dragón, la princesa se encontró al caballero Jorge y éste, matando al dragón clavándole su espada, la rescató. De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el caballero le entregó a la princesa.

Es por eso que, en Cataluña, Baleares y en partes de la Comunidad Valenciana es costumbre cada 23 de abril que los hombres regalen rosas a las mujeres, como si de un caballero y una princesa se trataran. 

¿Por qué la rosa roja va acompañada de una espiga de trigo? Porqué según la tradición, en este obsequio se aúnan tres características: una única flor, que simboliza la exclusividad del amor por parte del enamorado, el color rojo de la rosa, que simboliza la pasión, y la espiga de trigo que simboliza la fecundidad. Por eso es un buen elemento para regalar a una persona amada en un día tan especial como este.

A esta tradición centenaria, se suma el hecho de que en 1995, la UNESCO declaró también el 23 de abril Día Mundial del libro.

Por último mencionar que todos los amantes de esta singular planta, la rosa, encontrará en Centro de Jardinería Sánchez una gran variedad de rosales de gran calidad y belleza. Contamos con una amplia sección dedicada a la prevención y cura de las plantas, incluidos fungicidas, insecticidas y acaricidas para combatir las enfermedades y plagas de los rosales.

Si para decorar el interior de tu hogar o de una oficina prefieres una opción diferente a la rosa natural, disponemos de rosas artificiales de gran calidad y realismo.

Y, por supuesto, este 23 de abril, día de Sant Jordi, encontrarás rosa cortada con la espiga de trigo para seguir la tradición y darle una alegría a la persona que la reciba. Además de rosas rojas, podrás encontrar otras opciones más originales como son las rosas de color azul o blancas.

¡Te esperamos!

 

 

Sakura: flor del cerezo japonés

Sakura: flor del cerezo japonés

Vive cerca de los cien años. Es muy resistente al frío invernal y bastante a la sequía. No requiere grandes cantidades de agua. Nos deleita con su floración a principios de la primavera y con sus apreciados y exquisitos frutos entre finales de primavera y finales del verano.

¿De qué hablamos? Del cerezo.

El cerezo es un árbol caducifolio que crece silvestre en Europa y en el oeste de Asia.

Su nombre científico es Prunus avium.

Crece hasta alcanzar los 30 metros de altura, y desarrolla una copa bastante ramificada, con forma más o menos redondeada y amplia.

Cuidados del cerezo

En lo que se refiere a las condiciones climáticas apropiadas para el cerezo, podemos decir que se trata de un árbol flexible, que se adapta a diferentes terrenos de las zonas de clima templado.
Es un árbol tolerante al frío que aguanta hasta los -20ºC pero las flores se pueden dañar a partir de los -2ºC.

Tierra o sustrato. El cerezo no es muy exigente respecto al sustrato, pero tiene preferencia por las tierras algo calizas. Eso sí, necesita que la tierra sea rica en materia orgánica, ya que no se desarrolla bien (y las cerezas tampoco) en suelos pobres.

Riego. No es muy demandante de agua. Es mejor regarlo con frecuencia pero sin excederse, aproximadamente entre 3 y 4 veces a la semana durante el verano, y 1 o 2 veces a la semana el resto del año. En caso de que en otoño y/o en invierno llueva con regularidad, no será necesario que reguemos tan seguido.

Abonado. El cerezo se recomienda abonar desde finales del invierno, para ayudarle a producir muchas flores y hojas, hasta comienzos del otoño con el fin de que sus frutos maduren sin problemas. Por ello, usaremos abonos a ser posible orgánicos, puesto que al ser las cerezas comestibles nos interesa poder consumirlas en cuanto estén maduras, sin tener que esperar.

¿Qué abonos usar? Por ejemplo, el guano aplicado a comienzos de la temporada le ayudará a reanudar su crecimiento al ser rico en nitrógeno; pero en cuanto sus flores empiecen a marchitarse y a producir frutos, será mejor aplicar un abono orgánico específico para frutales, que son ricos en potasio. El potasio es un nutriente esencial para la correcta maduración de los frutos.

 

Entre todas, hay dos características que destacan del cerezo: su floración (espectacular) y su fruto (delicioso).

Vamos a adentrarnos un poco en estas dos características del cerezo, especialmente en su floración.

La cereza: una fruta de temporada muy apreciada

La cereza era muy apreciada desde hace siglos por griegos y romanos, los cuales expandieron su cultivo por regiones muy diversas hasta llegar a España de manos de los romanos, alcanzando un rápido crecimiento durante la expansión árabe.

Podemos hablar de dos especies de cerezas: las dulces, de color oscuro (prunus avium) y las guindas o cerezas ácidas, de un color rojo brillante (prunus cerasus). De ambas especies de cerezas existen cientos de variedades.

La cereza destaca por su contenido en potasio, mineral que favorece la formación de orina, calcio, hierro y también por su contenido en fibra. Dato curioso: Las cerezas más oscuras son más ricas en hierro, magnesio y potasio que las variedades más claras.

Si hablamos de sus vitaminas, la cereza es rica en vitaminas A y C, y en minerales como potasio, calcio y hierro. Destaca asimismo por su riqueza en antocianos, unos pigmentos que, además de darle color, poseen un alto poder antioxidante.

Sakura: la flor del cerezo japonés

Si de belleza hablamos, lo que realmente destaca del cerezo es su floración. La variante japonesa bajo la que se celebra la llegada de la primavera es el Prunus serrulata, conocido como Sakura, uno de los símbolos más conocidos de la cultura japonesa.

A principios de primavera, con la floración del cerezo, se celebran en Japón recepciones solemnes, conocidas como Hanami. En estas se realizan excursiones en donde las personas se juntan para reflexionar sobre la naturaleza efímera de la vida y la mortalidad, debido a que la vida útil de las flores de cerezos es corta.

La cultura samurái de Japón también admiraba mucho a esta flor ya que se consideraba que los samuráis (al igual que las flores de los cerezos) tenían una vida corta y además porque se creía que la flor representaba las gotas de sangre derramadas en sus batallas.

En la actualidad, la flor representa inocencia, la sencillez, la belleza de la naturaleza y el renacimiento que trae la primavera.

 

¿Te gustaría plantar un ejemplar de cerezo en tu jardín? En Jardinería Sánchez encontrarás cerezos de diferentes variedades a tu disposición y todo lo necesario para su cuidado.

 

Planta del mes: el Kalanchoe

Planta del mes: el Kalanchoe

¿Te gustan las plantas crasas? ¿No tienes mucha experiencia o tiempo para el cuidado de plantas? ¿Buscas plantas de muy bajo mantenimiento? Si es así, sin duda alguna te recomendamos a los Kalanchoe.

Existen muchas especies de kalanchoes, todas ellas caracterizadas por su resistencia. La especie más conocida y popular es el Kalanchoe blossfediana.

El kalanchoe es una de las plantas crasas más cultivadas en los hogares debido a su rusticidad y simplicidad a la hora de cuidarla.

Principalmente, se utiliza como planta de interior gracias a su valor ornamental y a su sensibilidad al frío del exterior. Pero, si los inviernos de una zona son suaves o, si se protege del frío, podría cultivarse como planta de exterior sin problema.

Pequeñitos pero muy ornamentales, los kalanchoes (Kalanchoe blossfeldiana) ofrecen sus copiosos corimbos de flores rojas, rosadas, magentas, anaranjadas, amarillas, crema, blancas… entre verdes y brillantes hojas turgentes. Suficiente para poner color en cualquier rincón de la casa donde les llegue buena luz, pero sin sol directo.

Puedes usarlos en solitario, pero las colecciones resultan sumamente decorativas. Son plantas muy asequibles y, por tanto, puedes reponerlas con facilidad.

Floración del Kalanchoe

Los kalanchoes florecen a finales de invierno-principios de primavera pero, seguramente, habrás observado que en las floristerías y centros de jardinería siempre hay kalanchoes en flor.

¿A qué se debe? Los viveristas alteran las horas de luz del cultivo del kalanchoe emulando a la primavera e induciendo así su floración.

Las flores del Kalanchoe blossfediana son pequeñas pero muy decorativas y pueden durar varias semanas e, incluso, meses en las óptimas condiciones.

Forman racimos y cada una de ellas está compuesta por 4 pétalos que pueden ser de distintas tonalidades: rosa, rojo, amarillo, blanco y naranja. Esta amplia gama de colores la ha convertido en una planta de flor muy popular.

Cuidados del kalanchoe

Luz y temperatura

Como hemos comentado, el Kalanchoe puede permanecer tanto en interiores como en exteriores, siempre y cuando, el clima sea cálido ya que no resiste mucho el frío.

Puede tolerar como mínimo los 10ºC pero, por debajo de esa temperatura, sufre mucho. Las condiciones en la que se desarrolla a la perfección es 16-21ºC.

Si vives en una zona mediterránea seca y sin riesgos de heladas, puedes plantar el kalanchoe en el exterior, al abrigo del sol.

Requiere lugares luminosos, incluso, con sol directo. Si el sol incide directamente sobre un kalanchoe cultivado en vivero, obervarás que las hojas se oscurecen adquiriendo tonos cobrizos.

Si tu planta de Kalanchoe comienza a perder paulatinamente su floración, puede ser un indicativo de que no esté recibiendo suficiente luz. En este caso, prueba a cambiarlo a otra ubicación con una mayor luminosidad.

Riego

Al tratarse de una planta crasa con sus propias reservas de agua en las hojas, no requiere de tanto riego, aunque algo más que el resto de especies.

Antes de regar, comprueba que el sustrato esté parcialmente seco ya que un exceso podría desembocar en un pudrimiento y posterior muerte.

¿Qué hacer si tu kalanchoe sufre de pudrición? Sin duda, la mejor solución es una buena prevención, pero si te has excedido con los riegos o le ha caído una buena tromba de agua en el exterior, te aconsejamos que tengas en cuenta lo siguiente:

Antes de que el pudrimiento afecte a toda la planta, retira cualquier hoja o flor marchita para ayudar a que la planta reserve su energía para los brotes futuros. A continuación, corta el tallo por la parte superior desde donde comienza la pudrición y conseguirás esquejes sanos para conseguir nuevas plantas de Kalanchoe.

Si estás buscando una planta asequible, que requiere muy pocos cuidados y que sea altamente decorativa, el Kalanchoe es una excelente elección.

En Centro de Jardinería Sánchez encontrarás kalanchoes prácticamente durante todo el año.

¡Te esperamos!

 

Puesta a punto del césped antes de la primavera

Puesta a punto del césped antes de la primavera

Febrero y marzo son meses transitorios hacia la primavera que va a llegar. Debemos ir preparando poco a poco el jardín para la llegada del buen tiempo. También es momento de reparar los desperfectos que se hayan producido por las bajas temperaturas.

La falta de sol, las heladas, la nieve y el exceso de humedad son todo un reto para la salud de nuestro césped. Así que, si queremos disfrutar de un césped en perfectas condiciones en primavera y verano, ahora es el momento de llevar a cabo algunas tareas, sencillas, pero claves.

Primero, limpiar

Antes que cualquier otra tarea, primero se ha de limpiar el césped. Es habitual que durante el invierno, se hayan acumulado hojas y ramas sobre él.

Estas sustancias orgánicas en descomposición generan la aparición de hongos que actúan a sus anchas con las bajas temperaturas. De hecho, si notamos que el césped ya ha sido atacado por hongos, hay que aplicar de inmediato fungicidas específicos (en nuestro centro de jardinería estaremos encantados de asesorarte).

También es momento de eliminar el musgo que suele crearse durante el invierno. Para hacerlo correctamente, es imprescindible utilizar un producto específico.

Por otro lado también tenemos las malas hierbas. Erradicarlas es una tarea constante, especialmente al final del invierno. ¡Estas plantas son capaces hasta de crecer incluso con el frío! Por eso y antes de cualquier otra labor, hay que eliminarlas.

Nivelar el césped

No es necesaria una siega en profundidad, si no tan solo nivelar el césped para que comience a crecer de manera homogénea.

Eso sí, siempre con un corte alto, algo que permitirá regenerar el césped sin exponerlo a posibles heladas tardías.

Revisar el riego y drenaje

Es un buen momento para revisar el drenaje del jardín. El frío, las heladas y las lluvias suelen apelmazar la tierra y esto puede provocar problemas en el drenaje.

Si comprobamos que en algunas zonas el agua no drena correctamente podremos pasar un escarificador para facilitar esa salida de agua.

Recebado

Una de las tareas que hemos de realizar para el mantenimiento del césped es el recebado. Se trata de una técnica que consiste en aplicar de forma homogénea sobre el césped segado y/o escarificado una capa de un grosor de 1 a 1,5cm, pasar el rastrillo y regar.

Es aconsejable realizar un recebado del césped a finales de febrero o inicios del mes de marzo, preparando de este modo el césped para tolerar mejor las condiciones de estrés que pueden darse durante el verano. Deberíamos realizar otro en otoño para asegurarnos un buen estado del
césped.

Antes del recebado, debe realizarse una siega baja, un escarificado o una aireación del césped, a fin de que el recebo penetre adecuadamente, favoreciendo la aparición de raíces y brotes nuevos.

Debemos extender el sustrato e incorporarlo mediante ayuda de un rastrillo para lograr una distribución homogénea sobre el terreno.

Es recomendable que al cabo de unas semanas desde el recebado, complementar con un abono mineral.

Ahora es el momento ideal para preparar el césped de tu jardín para la inminente llegada de la primavera. No es una tarea dificil ni complicada, pero sí vital para que pueda lucir una hierba hermosa y sana.

Y recuerda, en Centro de Jardinería Sánchez, tenemos todo lo que tu césped necesita, incluido asesoramiento de profesionales.

¡Te esperamos!

 

Planta del mes: el Jacinto

Planta del mes: el Jacinto

El jacinto es una planta muy conocida y utilizada para la decoración de jardines e interiores.

Se pueden ver numerosas variedades de distintos colores (rojo, amarillo, blanco, rosa…) y algunas de ellas tienen flores que pueden llegar a medir entre 10 y 15 cm de largo.

El jacinto nos deleita con una flor exuberante que nos hará disfrutar con su fragancia y vistosos colores. Florece en racimo, en forma de una preciosa espiga formada por numerosas florecitas.

Ubicación

Si estás buscando un lugar adecuado para ubicar tus jacintos en el jardín, ten en cuenta que le gusta tener suficiente luz solar, pero sin estar expuesto a pleno sol durante horas y horas.

En el jardín esta planta tiene un sinfín de utilidades: puedes plantarla para crear borduras o también para formar parte de arriates muy coloridos.

Si lo vas a cultivar como planta de interior, entonces lo mejor es elegir una habitación luminosa para colocarlo.

En cuanto a la temperatura, si quieres que florezca mucho mejor no le prives de pasar una temporada en un entorno de bajas temperaturas.

Sustrato

Hay un rasgo del jacinto que comparte con muchísimas variedades de plantas: no soporta el encharcamiento del terreno en el que está plantado.

Por eso le gustan los suelos ligeros, porosos, muy bien drenados y que no se encharquen.

Es conveniente que los plantes en un terreno rico en nutrientes: el humus, por ejemplo, es una buenísima opción.

Riego

El jacinto necesita que lo riegues con frecuencia, pero aportándole poco agua. Es muy importante que no encharques el terreno o el sustrato de la maceta, ya que se trata de una planta sensible a los hongos y a la pudrición del bulbo.

Se ha de regar el jacinto mientras tenga hojas verdes y esté en floración. Una cosa que le gusta a esta planta es que la humedad ambiental sea del 70-80%, aunque no conviene pulverizar sus hojas.

Plagas y enfermedades

No es una planta especialmente sensible al ataque de las plagas, aunque puede verse afectada por gusanos. Estos atacan especialmente al bulbo y provocan unas manchas marrones pequeñas y redondas en las hojas.

También atacan al jacinto los nematodos de los bulbos (Ditylenchus dipsaci), que podrás detectar si tus plantas muestran partes parduscas e hinchadas. La solución pasa por eliminar las partes infectadas, o la planta entera si está invadida. Conviene evitar plantar nuevos bulbos en ese terreno durante un tiempo.

En cuanto a las enfermedades, la más habitual es la podredumbre de los bulbos (Sclerotinia bulborum): las hojas amarillean, los bulbos se pudren y la planta muere rápidamente. Para prevenir esta y otras enfermedades puedes espolvorear los bulbos de jacinto con un fungicida antes de plantarlos.

Cómo conservar los bulbos de jacinto

Un bulbo de jacinto no dura solamente una temporada, sino que se puede conservar durante dos o tres años. Más allá de este tiempo, comenzará a debilitarse y las flores serán cada vez más pobres. Pero puedes mantenerlos hasta tres años sin problema.

Para ello lo que debes hacer, una vez tus jacintos hayan terminado su periodo de floración, es cortar el tallo floral y esperar a que las hojas se marchiten para cortarlas a ras de tierra y desenterrar los bulbos. Límpialos y guárdalos en en un lugar fresco y seco con la punta hacia arriba. Podrás plantarlos el siguiente otoño.

Ven a nuestro centro de jardinería y encontrarás jacintos y todo lo que necesitas para su cuidado. ¡Te esperamos!