8 Jul, 2024 | Plantas y Jardín
El pulgón es, junto a los ácaros, cochinillas y moscas blancas, una de las plagas que con mayor frecuencia sufren nuestras plantas, ya sean ejemplares de jardín como las especies de interior.
Pero este insecto no solo las debilita al absorber su savia, sino que además contagia enfermedades y atrae otras plagas, como las hormigas.
En este artículo vamos a conocer en detalle las características de esta plaga, las consecuencias de sus ataques y las formas de detección y tratamiento.
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EL PULGÓN, UNA DE LAS PLAGAS MÁS EXTENDIDAS
El pulgón es habitual en campos y jardines y puede formar auténticas colonias que envuelven los tallos y las hojas de las plantas.
Desde la primavera hasta el otoño deberás controlar las zonas en crecimiento de tus plantas y el envés de las hojas para detectarlos a tiempo.
Estos pequeños insectos (de 1 a 3 mm de longitud) pueden presentar diversos colores según la especie a la que pertenezcan: verdes, rojos, amarillos, negros… y aunque son muy pequeños son fáciles de detectar a simple vista.
La mayoría son polífagos, es decir, no tienen preferencia por una especie vegetal concreta.
Atacan a los brotes jóvenes de muchos tipos de plantas, tanto de exterior como de interior, especialmente a aquellos cultivos con alto contenido en azúcares: leguminosas (habas, guisantes, judías…), otras hortalizas como la patata o la col, verduras, frutales, plantas ornamentales (muy comunes en los rosales), etc.
A principios de la primavera, los huevos dan lugar a hembras sin alas que se reproducen por partenogénesis (un tipo de reproducción sexual que requiere un solo gameto) y, sin necesidad de un macho que las fecunde, pueden llegar a producir más de 150 crías.

Dan lugar a generaciones de pulgones ápteros (sin alas) que se quedan alimentándose de la planta donde han nacido y a otras generaciones con alas que colonizan plantas distintas.
En tan sólo una semana, estas crías ya son adultas y pueden reproducirse igual que su progenitora, por lo que la invasión es muy rápida. Se pueden producir varias generaciones anuales procedentes de un sólo individuo.
Cuando las condiciones ambientales empiezan a dejar de ser adecuadas, se produce una generación con reproducción sexual anfigónica (machos y hembras), que se reproducirá dando lugar a los huevos que hibernarán durante la estación fría hasta su eclosión en la siguiente primavera.
Las especies en las que es más fácil encontrarlo son los rosales, árboles frutales, coníferas y chopos, aunque también es común que ataque en el huerto.
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CONSECUENCIAS DEL ATAQUE DEL PULGÓN
El pulgón ataca a las plantas sobre todo para alimentarse de su savia. La succiona a través de un pico largo que clava en la planta. Como consecuencia, el tejido del ejemplar se destruye y las hojas y los brotes nuevos se deforman.
La debilidad originada en la planta por este ataque frena su crecimiento y disminuye la floración.
Por otro lado, los pulgones pueden transmitir enfermedades de una planta a otra. Esto ocurre si, tras alimentarse de un ejemplar infectado, atacan a uno sano.

Las enfermedades más habituales son provocadas por hongos como el Seiridium cardinale, en cipreses y otras arizónicas, el Cenangium ferruginosum, en abetos, y la negrilla en los cedros, así como numerosas virosis que pueden aparecer en adelfas, cucurbitaceas o solanaceas.
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DETECCIÓN Y TRATAMIENTO CONTRA LOS ATAQUES
La plaga del pulgón aparece con el buen tiempo (especialmente en primavera y verano) y de forma explosiva, debido a la alta capacidad reproductora de este insecto.
Comprobar que una planta está siendo atacada por este insecto es sencillo, ya que pueden verse en las yemas tiernas y en el envés de las hojas.
Los pulgones son unos pequeños insectos de color negro, amarillo, rojo o verde (hay muchas especies diferentes), que dejan tras de sí un rastro azucarado (la melaza) que no solo cubre la superficie de la planta, sino que también atrae a las hormigas.
Estas pueden incluso trasladar a los pulgones de unas plantas a otras.
Si ves hojas que amarillean y se arrugan, es un buen indicativo del ataque de un parásito. Si además hay hojas que están brillantes y pegajosas, o se ven hormigas deambulando por los tallos, ya no hay duda de que un insecto hemíptero está excretando melaza como resultado de su alimentación.
Busca sobre todo en las zonas terminales de la planta, donde los tejidos son más tiernos.
La parte posterior de las hojas son las grandes olvidadas, donde quizás veas al culpable.
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TRATAMIENTOS PREVENTIVOS
Nunca nos cansaremos de repetir que la prevención debe ser la base de un control adecuado de las plagas, y con más motivo en el caso del pulgón, que se reproduce de forma exponencial.
Existen diferentes tratamientos preventivos, a los que se puede recurrir durante los meses de invierno si existe riesgo de ataque de plaga.
Algunas de las medidas preventivas contra el ataque del pulgón son:
– Eliminar las malas hierbas para evitar que los pulgones se refugien en ellas y puedan colonizar a las plantas próximas.
– La adecuada preparación y protección del sustrato, así como un abonado y riego correctos, disminuyen las posibilidades del ataque de plagas y enfermedades.
– Si se detecta la presencia de hormigas, intentar acabar con ellas ya que éstas tienen una relación de simbiosis con los pulgones: los protegen y transportan para alimentarse de la melaza que excretan.

– Plantar, cerca de las especies que pueden ser atacadas por pulgones, plantas que los repelan como: albahaca (y aromáticas en general), ortiga o ajo.
– Aceite de parafina o aceite de invierno: se aplica en invierno sobre árboles y arbustos sin hojas, especialmente si han sido atacados la primavera o verano anterior. Es un método físico que forma una película sobre los huevos de pulgones y hace que se asfixien.
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TRATAMIENTOS PARA ELIMINAR EL PULGÓN
Para un control eficaz de las plagas evitando el uso de productos químicos o artificiales, debemos planificar una lucha integrada, que emplea simultáneamente distintos métodos que las combatan.

Una vez detectado, el pulgón se combate mediante un tratamiento fitosanitario durante primavera y verano, a primera hora del día o al atardecer.
De todas formas, los tratamientos solo se deben realizar cuando sea necesario y en dosis adecuadas, ya que el abuso de los insecticidas debilita a las plantas.
Algunos de los métodos para eliminar o reducir significativamente los pulgones son:
– Métodos mecánicos: podar los brotes más afectados o eliminar los pulgones cepillando los brotes y las hojas con un pequeño pincel.
– Métodos biológicos: resulta muy útil la utilización de enemigos naturales de las plagas. Al igual que se realiza en otros casos, podemos liberar insectos depredadores de pulgones (como mariquitas, crisopas, tijeretas, avispillas). Hay empresas especializadas venden estos insectos depredadores de pulgones.
– Soluciones o preparados repelentes:
- Agua jabonosa (jabón de potasa).
- Infusión de cola de caballo (Equisetum arvense).
- Pelitre.
- Extracto de Neem.
Este último, el extracto de Neem, es una excelente alternativa ecológica y respetuosa con el medio ambiente, que sirve tanto de repelente como de insecticida de contacto.
Dispone también de cierto efecto sistémico gracias a su principio activo (azadiractina).
Combate el pulgón y también otras plagas como araña roja, mosca blanca o cochinilla, sin perjudicar a otros insectos beneficiosos.
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El pulgón es una plaga muy común que amenaza con frecuencia la buena salud y belleza de nuestros cultivos y jardines.
Conocer bien a este insecto y cómo actúa es la mejor herramienta que tenemos para, primero tomar desde ahora mismo medidas preventivas y también para erradicar la plaga
En Centro de Jardinería Sánchez conocemos bien a estos insectos y, sobretodo, sabemos cómo acabar con ellos.
Disponemos de una amplia sección dedicada a la prevención y tratamientos para erradicar plagas y las enfermedades más comunes de nuestras plantas.
Si tienes dudas, pregúntanos, somos expertos y podemos asesorarte en escoger el mejor tratamiento para tu caso.
¡Te esperamos!
21 Jun, 2024 | Plantas y Jardín
El Lilium martagon, también conocido como Lirio llorón o Lirio martagón, es una especie de lirio nativa de las regiones montañosas de Europa y Asia central. Apreciado por su belleza y su resistencia a las plagas y enfermedades, este lirio es una excelente opción para añadir un toque de color y fragancia a tu jardín.
Características del Lilium martagon
- Altura: Los tallos pueden alcanzar alturas de hasta 1,5 metros.
- Flores: Las flores, de forma tubular y colgantes, se presentan en racimos de hasta 20 unidades. Cada flor tiene seis tépalos que se retuercen hacia atrás, creando una forma de estrella. Los colores más comunes son el rosa, el púrpura y el blanco, con manchas oscuras en el interior.
- Hojas: Las hojas son alargadas y lanceoladas, de color verde intenso y dispuestas en verticilos a lo largo del tallo.
- Bulbo: El bulbo es escamoso y de color amarillo pálido.
- Floración: El Lilium martagon florece a finales de primavera o principios de verano, durante un período de aproximadamente dos semanas.
- Fragancia: Sus flores tienen una fragancia dulce y agradable.
Cuidados del Lilium martagon

- Ubicación: Prefiere un lugar soleado o parcialmente sombreado.
- Suelo: El suelo ideal para el Lilium martagon debe ser fértil, bien drenado y ligeramente ácido.
- Riego: Requiere un riego regular, especialmente durante la época de floración. Sin embargo, es importante evitar el riego excesivo, ya que puede provocar la pudrición del bulbo.
- Abono: Se recomienda abonarlo una vez al año, en primavera, con un fertilizante equilibrado.
- Plagas y enfermedades: El Lilium martagon es relativamente resistente a las plagas y enfermedades. Sin embargo, puede ser susceptible a ataques de pulgones, babosas y caracoles.
- Propagación: Se puede propagar por semillas o por división de bulbos. La división de bulbos es el método más común y se realiza en otoño, después de la floración.
Consejos adicionales
Para prolongar la floración del Lilium martagon, puedes eliminar las flores marchitas a medida que vayan apareciendo. Una vez que las flores hayan terminado de florecer, puedes cortar los tallos a unos 15 cm del suelo.
Es importante dejar el follaje intacto hasta que se seque por completo, ya que este ayuda a almacenar nutrientes para el bulbo. Es una planta resistente al frío y puede tolerar temperaturas de hasta -30 °C.
El Lilium martagon es una flor hermosa y versátil que puede añadir un toque de elegancia a cualquier jardín. Con sus cuidados mínimos y su resistencia a las plagas y enfermedades, es una planta ideal para jardineros de todos los niveles de experiencia.
Si estás buscando una flor resistente y hermosa, el Lilium martagon es una excelente opción para tu terraza y jardín.
10 Jun, 2024 | Plantas y Jardín
El verano es la época perfecta para aprovechar al máximo nuestro jardín. Con el buen tiempo y los días largos, podemos convertir este espacio exterior en un oasis de relax, diversión y convivencia.
A continuación, te presentamos 10 ideas para que disfrutes de tu jardín al máximo este verano.
1. Crea un ambiente acogedor
Decora tu jardín con muebles cómodos, cojines, mantas y velas para crear un ambiente acogedor, un lugar para relajarte, leer e invitar a tus amigos y familiares a pasar tiempo contigo.
2. Disfruta de comidas al aire libre
Organiza barbacoas o picnics con amigos y familiares. Aprovecha el buen tiempo para comer al aire libre y disfrutar de la naturaleza. Disfruta de una cena romántica a la luz de las velas.

3. Monta un cine al aire libre
Cuelga una sábana blanca como pantalla de proyección. Utiliza un proyector para ver tus películas favoritas al aire libre. Prepara palomitas de maíz y disfruta de una noche de cine en familia.
4. Relájate en un spa natural
Convierte una zona de tu jardín en un spa natural. Instala una hamaca, coloca una pequeña piscina hinchable y rodéate de plantas aromáticas. Disfruta de un masaje al aire libre.
5. Crea un jardín de juegos para los más pequeños
Instala un columpio, una casita de juegos o una pequeña zona de juegos con mesas y sillas para que los niños puedan dibujar, pintar o jugar a juegos de mesa y se diviertan al aire libre.
6. Observa las estrellas
Si vives en una zona con poca contaminación lumínica, aprovecha las noches de verano para observar las estrellas. Puedes utilizar un telescopio o simplemente tumbarte en el césped y disfrutar del cielo nocturno.
7. Cultiva tus propias hierbas aromáticas
Planta un pequeño huerto de hierbas aromáticas como albahaca, romero, menta o tomillo. Podrás utilizarlas para cocinar tus platos favoritos y añadir un toque de sabor fresco a tus comidas.
8. Crea un estanque o una fuente de agua
El sonido del agua crea un ambiente relajante y tranquilo. Puedes crear un pequeño estanque con peces o comprar una fuente de agua para decorar tu jardín.
9. Luces para las noches de verano
Decora tu jardín con luces led o farolillos para crear un ambiente mágico y disfruta de las largas noches de verano.

10. Practica yoga o meditación al aire libre
El jardín es un lugar ideal para conectar con la naturaleza y practicar yoga o meditación. Aprovecha las primeras horas del día o la puesta de sol para realizar tus ejercicios al aire libre.
Y recuerda:
Cuida tus plantas
Con el calor estivar, es importante regar las plantas regularmente y podarlas cuando sea necesario para que se mantengan sanas y bonitas durante todo el verano. Recuerda regar a primera hora del día o bien al atardecer.
Protégete del sol
Utiliza protector solar, sombreros y gafas de sol para protegerte del sol, especialmente durante las horas centrales del día.
Mantén tu jardín limpio y ordenado
Recoge la basura y las hojas secas para evitar la proliferación de insectos y mantener tu jardín en buen estado.
Con estas ideas, podrás disfrutar al máximo de tu jardín este verano y convertirlo en un espacio único para relajarte, divertirte y compartir momentos inolvidables con tus seres queridos.
10 Feb, 2024 | Plantas y Jardín
La planta mimosa, también conocida como mimosa púdica o vergonzosa, es una especie de la familia de las fabáceas que se caracteriza por su capacidad de reaccionar al tacto, cerrando sus hojas y flores cuando se las toca.
Esta peculiaridad la convierte en una planta muy atractiva y curiosa para tener en casa o en el jardín. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre las características y cuidados de la mimosa.
La mimosa es originaria de América del Sur, aunque se ha extendido por otras regiones tropicales y subtropicales del mundo. Es una planta herbácea perenne que puede alcanzar hasta un metro de altura.
Sus tallos son delgados, espinosos y ramificados. Sus hojas son compuestas, bipinnadas y sensibles al tacto, lo que significa que se pliegan cuando se las estimula. Sus flores son pequeñas, de color rosa o lila, y se agrupan en cabezuelas globosas.
Sus frutos son vainas cilíndricas que contienen varias semillas.

Cuidados de la planta mimosa
La planta mimosa es una especie que requiere de unas condiciones ambientales específicas para su correcto desarrollo. Estos son los principales cuidados que debes tener en cuenta si quieres cultivarla:
Luz
La planta mimosa necesita una exposición luminosa, pero sin sol directo, ya que puede quemar sus hojas. Lo ideal es ubicarla en un lugar con sombra parcial o filtrada.
Temperatura
La planta mimosa es sensible al frío y no tolera las heladas. Su temperatura óptima se sitúa entre los 18 y los 25 ºC, aunque puede soportar algunos grados más o menos. Si vives en una zona con inviernos fríos, es conveniente protegerla o trasladarla al interior durante esta estación.
Riego
La planta mimosa necesita un riego regular y abundante, pero sin encharcar el sustrato. Es importante mantener la humedad constante, pero evitando el exceso de agua que puede provocar la pudrición de las raíces.
Se recomienda regarla cada dos o tres días en verano y cada cinco o seis días en invierno, dependiendo del clima y del tipo de suelo.
Sustrato
La planta mimosa se adapta a diferentes tipos de suelo, siempre que sean bien drenados y ricos en materia orgánica. Se puede utilizar una mezcla de tierra de jardín, arena y turba, o bien un sustrato comercial para plantas acidófilas.
Abono
La planta mimosa agradece un aporte de fertilizante orgánico cada dos semanas durante la primavera y el verano, para estimular su crecimiento y floración. Se puede emplear un abono líquido para plantas con flores, siguiendo las indicaciones del fabricante.
Poda
La planta mimosa no requiere de una poda específica, salvo para eliminar las partes secas o dañadas y mantener su forma compacta. Se puede realizar una poda ligera después de la floración, cortando los tallos que hayan florecido.
Plagas y enfermedades
La planta mimosa es bastante resistente a las plagas y enfermedades, siempre que se le proporcione los cuidados adecuados. Sin embargo, puede verse afectada por algunos insectos como los pulgones, las cochinillas o las arañas rojas, que se alimentan de su savia y debilitan la planta.
Para combatirlos, se puede recurrir a productos ecológicos como el jabón potásico o el aceite de neem, aplicándolos con un pulverizador sobre las hojas afectadas. También puede sufrir algunos hongos como el mildiu o la botritis, que provocan manchas o moho en las hojas y los tallos.
Para prevenirlos, es importante evitar el exceso de humedad y mejorar la ventilación. Si ya están presentes, se puede aplicar un fungicida específico siguiendo las instrucciones del envase.
La planta mimosa es una especie fascinante que sorprende por su capacidad de movimiento. Con estos consejos podrás disfrutar de su belleza y singularidad en tu hogar o en tu jardín.