Febrero y marzo son meses transitorios hacia la primavera que va a llegar. Debemos ir preparando poco a poco el jardín para la llegada del buen tiempo. También es momento de reparar los desperfectos que se hayan producido por las bajas temperaturas.
La falta de sol, las heladas, la nieve y el exceso de humedad son todo un reto para la salud de nuestro césped. Así que, si queremos disfrutar de un césped en perfectas condiciones en primavera y verano, ahora es el momento de llevar a cabo algunas tareas, sencillas, pero claves.
Primero, limpiar
Antes que cualquier otra tarea, primero se ha de limpiar el césped. Es habitual que durante el invierno, se hayan acumulado hojas y ramas sobre él.
Estas sustancias orgánicas en descomposición generan la aparición de hongos que actúan a sus anchas con las bajas temperaturas. De hecho, si notamos que el césped ya ha sido atacado por hongos, hay que aplicar de inmediato fungicidas específicos (en nuestro centro de jardinería estaremos encantados de asesorarte).
También es momento de eliminar el musgo que suele crearse durante el invierno. Para hacerlo correctamente, es imprescindible utilizar un producto específico.
Por otro lado también tenemos las malas hierbas. Erradicarlas es una tarea constante, especialmente al final del invierno. ¡Estas plantas son capaces hasta de crecer incluso con el frío! Por eso y antes de cualquier otra labor, hay que eliminarlas.
Nivelar el césped
No es necesaria una siega en profundidad, si no tan solo nivelar el césped para que comience a crecer de manera homogénea.
Eso sí, siempre con un corte alto, algo que permitirá regenerar el césped sin exponerlo a posibles heladas tardías.
Revisar el riego y drenaje
Es un buen momento para revisar el drenaje del jardín. El frío, las heladas y las lluvias suelen apelmazar la tierra y esto puede provocar problemas en el drenaje.
Si comprobamos que en algunas zonas el agua no drena correctamente podremos pasar un escarificador para facilitar esa salida de agua.
Recebado
Una de las tareas que hemos de realizar para el mantenimiento del césped es el recebado. Se trata de una técnica que consiste en aplicar de forma homogénea sobre el césped segado y/o escarificado una capa de un grosor de 1 a 1,5cm, pasar el rastrillo y regar.
Es aconsejable realizar un recebado del césped a finales de febrero o inicios del mes de marzo, preparando de este modo el césped para tolerar mejor las condiciones de estrés que pueden darse durante el verano. Deberíamos realizar otro en otoño para asegurarnos un buen estado del
césped.
Antes del recebado, debe realizarse una siega baja, un escarificado o una aireación del césped, a fin de que el recebo penetre adecuadamente, favoreciendo la aparición de raíces y brotes nuevos.
Debemos extender el sustrato e incorporarlo mediante ayuda de un rastrillo para lograr una distribución homogénea sobre el terreno.
Es recomendable que al cabo de unas semanas desde el recebado, complementar con un abono mineral.
Ahora es el momento ideal para preparar el césped de tu jardín para la inminente llegada de la primavera. No es una tarea dificil ni complicada, pero sí vital para que pueda lucir una hierba hermosa y sana.
Y recuerda, en Centro de Jardinería Sánchez, tenemos todo lo que tu césped necesita, incluido asesoramiento de profesionales.
¡Te esperamos!