Si hablamos de una de las planta de interior más apreciadas en los hogares españoles en los 70-80 y que ahora arrasa y es una de las más buscadas, nos referimos a la Monstera que, gracias a sus grandes hojas agujereadas la conocemos comúnmente por Costilla de Adán.

Monstera es el término latino para definir algo monstruoso o fuera de lo normal, en referencia a sus peculiares hojas con cortes y agujeros.

La Monstera es una planta de origen tropical, procedente de las selvas de México. Entre las muchas virtudes de esta planta está, además de su belleza, el hecho de que es ideal para principiantes o personas que no pueden dedicar mucho tiempo a su cuidado. Esta planta necesita muy poco para crecer sana y presentarse hermosa.

La monstera es una planta exótica, de hojas verdes y tallos fuertes, pero a la vez flexibles. Se trata de una especie trepadora y, al crecer, los tallos se doblan por lo que debes entutorarlos si quieres que crezcan rectos. Si la cuidas como se merece, en interiores puede llegar a alcanzar los tres metros de altura.

Aunque es una planta que se cultiva generalmente como especie de interior, en realidad puede estar al aire libre en zonas que no sean demasiado frías, ya que tolera temperaturas entre 0 y 5º C.

Toxicidad para perros y gatos

La Monstera deliciosa es tóxica para perros, gatos, y cualquier otro animal de compañía. Si a tus amiguitos de cuatro patas les gusta mordisquear tus plantas, ten la precaución de colocarla fuera de su alcance.

De hecho es tóxica también para las personas, así que lo mismo puede aplicarse si tienes hijos pequeños o recibes visitas con niños.

 

Cuidados de la Monstera

Luz: aunque le gustan los espacios luminosos, la luz que reciba ha de ser indirecta, ya que los rayos del sol podrían quemar las hojas. Estas palidecerían y aparecerían señales de quemaduras. Colócala cerca de una ventana, pero a salvo de la radiación directa.

Riego: sin excesos y, sobre todo, sin encharcar la tierra de la maceta. De hecho, la Monstera prefiere pasar un poco de sed que estar anegada en agua.

Por regla general, tendrás que regarla 1 o 2 veces a la semana durante los meses de verano, y una vez cada quince días en invierno. Un truco para conocer la frecuencia de riego es comprobar que el sustrato se seca completamente antes de volver a aportarle agua.

Cuidado de las hojas: para que sus hojas estén en perfecto estado, límpialas con un paño húmedo para quitarles el polvo. Así podrán absorber a través de ellas la luz y el sol que necesitan.

También les vendrá de maravilla que las pulverices de vez en cuando, en especial cuando llegue el verano y los días sean más calurosos.

Transplante: la Monstera es una planta que crece de forma considerable, si se dan las condiciones idóneas para ella. Para eso hay que trasplantarla cada dos años aproximadamente a una maceta más grande, para que pueda desarrollarse sin problemas.

Una exigencia, únicamente: proporciónale un buen sustrato que lleve perlita, un material que mejorará el drenaje, o coloca un poco de arcilla expandida en la base de la maceta.

Abono: tu monstera agradecerá una buena dosis de fertilizante, que le ayudará mucho en su desarrollo. Utiliza un abono específico para plantas de hoja verde, y añádelo al agua de riego desde comienzos de la primavera hasta que finalice el verano. En otoño e invierno no es necesario abonar.

Un consejo: si las puntas de las hojas aparecen ligeramente secas puede ser que la tu planta le falte el potasio. Elige un abono que contenga este nutriente.

Podrás encontrar ejemplares de Monstera en nuestro centro de jardinería prácticamente durante todo el año. ¡Te esperamos!