Plantas bulbosas es el nombre de las especies cuyo órgano de reserva es subterráneo y tiene la capacidad de emitir hojas y flores, es decir, de generar una nueva planta.
La principal baza que nos aportan los bulbos es su gran colorido e increible floración. Entre los bulbos de primavera podemos encontrar gran variedad de flores, todas ellas con unas formas realmente vistosas y muy originales.
Se pueden enterrar directamente en parterres y jardineras, pero también en macetas y tiestos colgantes; algunos incluso brotan en agua. Como plantas solitarias son únicas.
En el jardín pueden plantarse solas o en grupos, entre arbustos, en macizos, a pleno sol o bajo la copa de los árboles.
Bulbos de plantación otoño-invierno y primavera
Desde principios del otoño hasta noviembre procede plantar los bulbos que florecerán en primavera, para darles tiempo a arraigar y desarrollar las flores.
Desde finales del invierno hasta bien entrada la primavera florecen, además de los populares tulipanes, jacintos y narcisos, los Allium (lágrimas de la Virgen), las anémonas, el muguet, los crocus, fritilarias, Galanthus nivales, muscaris, ranúnculos o francesillas, y escilas.
Desde finales de abril hasta junio se plantan los bulbos que darán flor en verano: agapantos, amarilis, begonias tuberosas, cañas de las Indias, dalias, gladiolos, azucenas, nardos y Ornithogalum umbellatum (estrellas de Belén).
¿Cómo escoger los bulbos?
Comprar bulbos es una buena inversión, ya que no sólo florecen una vez, sino año tras año en la misma época, hasta que se agotan.
Lo ideal es comprarlos según aparezcan en los centros de jardinería y no esperar a las últimas ofertas.
Deben tener un aspecto sano, compacto al tacto y sin roturas del ápice u otras partes. Escoge los de mayor tamaño, con puntos de desarrollo fuertes.
Las raíces no deben asomar ni deben estar ya brotados.
Descarta los que presenten en la superficie restos de polvillo blanco o azulado: son síntomas de enfermedades fúngicas.
Cómo cultivar bulbos
Los bulbos crecen bien en una tierra suelta, ligera, con buen drenaje y rica en materia orgánica y humus.
Son muy sensibles al exceso de agua, ya que puede provocarles pudrición. Pero necesitan riego regular, sobre todo si están en una maceta; el sustrato no debe secarse. Es mejor regar la tierra sin que el agua moje
Riega a primeras horas de la mañana o al atardecer; no en las horas de más sol. No hay que mojar las flores. De ahí que no sea recomendable regar con aspersores o difusores, sino con goteo o manguera, localizando el agua al pie de la planta.
Debe escogerse el emplazamiento según la especie, aunque en general prefieren el sol.
Algunas bulbosas de primavera gustan más de los lugares sombreados, como los jacintos y algunas variedades de narcisos.
La profundidad de plantación es particularmente importante, sobre todo cuando se planta en masa. Un pequeño error de profundidad en la plantación de algunos ejemplares se traducirá en una zona desnuda porque los bulbos no florecerán.
Los mejores efectos se consiguen agrupando bulbos de la misma especie y color, formando masas.
El abonado de las plantas bulbosas
Si vas a plantar bulbos para una sola temporada, no es imprescindible abonar, pues ellos traen su propio abastecimiento de alimento.
No obstante, si se encuentran con un suelo rico, será una garantía de que dispondrá de los nutrientes necesarios para una gran floración y engorde del bulbo, rizoma u órgano de que se trate.
Prepara el terreno realizando un abonado orgánico (mantillo, compost, turba, etc.) a razón de 1 carretilla por cada 10 m2 y entiérralo cavando a unos 25 cm. de profundidad mezclando bien con la tierra.
Se puede aportar 10 gr/m2 de un fertilizante complejo a partir de la primera hoja o un fertilizantes de lenta liberación antes de plantar, o un mes antes de la floración, momento en el que la planta está en pleno proceso de engorde del bulbo, cormo, tubérculo o rizoma.
Después de la floración es el período de crecimiento del bulbo, por tanto es bueno adicionar nutrientes para ayudar a su mejor desarrollo.
En macetas es importante el fertilizante químico. Se puede utilizar un fertilizante foliar completo cada 15 días.
¿Por qué no florecen algunos bulbos?
En ocasiones puede ocurrir que los bulbos no florezcan. Pueden haber diferentes razones:
- Porque se han plantado muy juntos, o en una época o a una profundidad inadecuadas.
- Por falta de riego durante el desarrollo.
- Por almacernarlos de forma incorrecta, o por sufrir alguna enfermedad.
- Por haberles cortado las hojas antes de marchitarse.
En Centro de Jardinería Sánchez tenemos todo lo que necesitas para disfrutar de estas hermosas plantas durante prácticamente todo el año.
Aquí encontrarás bulbos para plantar, herramientas adecuadas para su plantación y abonos y fertilizantes específicos. Y por supuesto, del consejo experto de profesionales.
Te esperamos.