Prepara el Huerto

Prepara el Huerto

Febrero es mes de preparación de la tierra para las siembras y plantaciones hortícolas de las siguientes semanas.

Asegúrate de entrecavar el terreno, escardar para eliminar malas hierbas y añadir abono orgánico (compost, humus lombriz o estiércol) para que el sustrato esté en plena forma para acoger semillas y planteles.

Acércate a nuestro Centro de Jardinería y elige entre una gran variedad para tu huerto doméstico y aprovecha para ver todas las opciones que te ofrecemos.

¡Te esperamos!

 

Alimenta los Cítricos

Alimenta los Cítricos

¡Toca darles un empujón a tus cítricos!

Aliméntalos con un abono orgánico especial para limoneros, naranjos, kumquats…y vigila si necesitan un cambio de maceta.

¡Verás que explosión cuando florezcan esta primavera!

En tu Centro de Jardinería te darán todos los consejos e información que necesites para escoger los mejores productos para estos preciosos frutales.

Saludos Verdes.

 

¿Conoces las Vandas?

¿Conoces las Vandas?

¿Conoces las Vandas?

Son orquídeas que van suspendidas con sus largas raíces al aire y espléndidas varas de flores.

Las hay de varios colores pero las más habituales en los centros de jardinería son de color azul violeta. ¡Atrévete con estas fantásticas orquídeas!

Saludos Verdes.

 

Camelias: la elegancia en todas sus formas

Camelias: la elegancia en todas sus formas

Cuando veas las camelias de primavera en flor, ¿con cuál te vas a quedar? Elegir entre tantas variedades no es fácil. La foto de arriba es solo un atisbo de la infinidad de tamaños, formas y colores que pueden ostentar las flores de esta planta.

Desde su llegada a Europa en los siglos XVII y XVIII con los navegantes portugueses, las camelias despertaron una fascinación que ha fructificado en una extraordinaria multiplicación de variedades.

La más prolífica ha sido la Camellia japonica, la especie de floración primaveral más habitual en los jardines junto con la Camellia reticulata, de grandes corolas (incluso de 17 centímetros de diámetro), y sus cruzamientos.

Basta visitar un pazo gallego entre febrero y abril para comprender por qué encienden tanta pasión coleccionista.

Cultivar una camelia en casa

Por la acidez del suelo y su clima oceánico fresco y húmedo, Galicia y el occidente de Asturias disponen de las condiciones ideales para cultivar estos bellos arbustos. Pero esto no significa que no se pueda disfrutar de ellos en otros lugares.

Plantar las camelias en un tiesto permite garantizarles un sustrato para acidófilas rico y fresco; si es en el suelo, el pH se puede corregir. Para regarlas, agua de lluvia o descalcificada. Situar la planta en un sitio orientado al norte, o en todo caso al este, le evitará una exposición al sol más caliente y la protegerá del efecto desecante del viento.
 

Seis tipos de flor (para cientos de cultivares)

La forma de la flor de las camelias responde a seis tipos básicos, pero no constituye una característica constante, ya que depende de factores genéticos y ambientales. A veces no está clara y no se ajusta a un solo tipo, sino que puede estar entre dos.

(1) Sencilla

Es la corola más simple, formada por cinco a siete pétalos dispuestos en una sola fila o dos incompletas. Rodean un círculo central de estambres muy numerosos y llamativos.

(2) Semidoble

Flores con dos o más hileras de pétalos (ocho o más) rodeando un centro de estambres.

(3) Doble incompleta o forma de rosa

Con numerosos pétalos imbricados alrededor de un centro de estambres visible cuando se abre la flor.

(4) Doble formal

Forman la flor numerosas hileras de pétalos imbricados y dispuestos de una forma muy ordenada. No se ven estambres aunque esté totalmente abierta.

(5) Forma de peonía

La flor es de aspecto globoso y se caracteriza por una mezcla de pétalos irregulares, petaloides —estambres modificados que se parecen a los verdaderos pétalos— y estambres.

(6) Forma de anémona

El centro de la flor es globular y está formado por estambres y petaloides; aparece rodeado de una o más hileras de pétalos externos.

 

Cómo y cuando regar tus plantas

Cómo y cuando regar tus plantas

¿Qué has hecho mal para que esa planta que tanto te gusta haya perdido lustre y parezca a punto de morir? ¿Tenías claro cómo había que cuidarla?

Cada especie tiene sus propias exigencias, así que la primera medida que tienes que tomar para que una planta te dure mucho tiempo es informarte bien. En general, uno de los principales errores que se cometen en el cuidado de las plantas está relacionado con el riego.

A continuación vamos a considerar cuales son los errores más frecuentes a la hora de regar nuestras plantas y cómo debemos regarlas para que el éxito esté asegurado.

Exceso de riego

Un riego excesivo suele ser más perjudicial para las plantas, incluido el césped, que la falta de agua, ya que puede privar a las raíces del oxígeno que necesitan y provocarles asfixia. Además, su acumulación en terrenos mal drenados, si se trata del jardín, o en la base de los tiestos, puede facilitar el desarrollo de patógenos como la Phytophthora, cuyo efecto es letal, o de hongos del suelo que producen manchas amarillentas o secas en las hojas, especialmente en las plantas de interior (palmeras, potos…). En el caso de los cactus y crasas, el exceso de agua sumado al frío puede condenarlos sin remedio.

Falta de agua

Regar lo justo las plantas no implica someterlas al estrés de la falta de agua. Las que viven en tiesto corren mayor riesgo de quedarse secas. En el jardín, salvo que sean plantas xerófilas bien implantadas, la ausencia de riego puede provocar la desecación de las hojas y daños irrecuperables por defoliación. En el caso de las herbáceas y los árboles y arbustos delicados o recién plantados, la falta de agua sumada a una subida fuerte y repentina de la temperatura ambiental puede provocarles un golpe de calor; las vivaces y leñosas pueden perder mucho follaje, pero con los cuidados adecuados probablemente se recuperen; las anuales no podrán recobrarse.

¿Cómo regar?

A qué horas regar. En los momentos más calurosos del día, la mayor parte del agua de riego se evapora. Regar por la noche, o a primeras horas de la madrugada, es mucho más aconsejable. Además se evita quemar las plantas por el efecto lupa del sol sobre las gotas.

Un riego adaptado a las características del suelo. Deberá ser más frecuente y abundante en suelo arenoso, donde el agua se infiltra rápidamente, y más lento y espaciado en suelo arcilloso, de baja infiltración.

Un riego adaptado al clima. Los programadores de riego permiten regar en el momento deseado y durante el tiempo necesario. Pero no es eficaz mantener el mismo programa de riego apto para el verano de mayo a septiembre. Conviene hacer ensayos de reducción de riego. Las plantas pueden tolerar periodos más o menos largos sin ser regadas, sobre todo si se las va acostumbrando progresivamente.

Regar bien, pero menos veces. Es mejor regar las plantas en su base, a fondo, para que el agua llegue a las raíces, y de forma espaciada, que hacerlo de forma ligera y más a menudo. En el primer caso, las raíces tenderán a bajar más profundamente buscando el agua y la planta se hará más resistente.